Besos Que Duelen [Besos #2]

27. Vivo por el peligro

ESTA CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS +18, DISFRUTEN

(por si no les puede aparecer la canción, es Dangerous Woman de Ariana Grande)

♫

LEXIE

Siento mi corazón bombeando cada vez más rápido con cada toque, caricia, roce y beso que Cayden me da. Cuando entró al baño supe lo que iba a pasar, lo que se avecinaba al igual que lo supe en cuanto me puse el vestido. Vine preparada para la noche

Un suave gemido escapa de mis labios cuando succiona la piel sensible de mi cuello. Estoy segura que me dejará un gran chupetón, pero honestamente me importa una mierda ahora mismo.

Mis dedos se pierden entre sus rizos de la nuca, enredando y tirando de ellos.

Vuelve a subir su boca para chocar con la mía, nuestras lenguas danzan y se golpean entre ellas. Nunca nos habíamos besado con tanta fuerza antes, siento que mi boca se va a romper en cualquier momento.

Una de sus manos viaja por mi cuello hasta el borde superior de mi vestido y tira de la tela dejando al descubierto mis pechos. Presiona con fuerza un pezón retorciéndolo y tiemblo ante su tacto. Mi vientre se pega a él buscando rozarlo con su erección. Gimo nuevamente al sentir lo duro que está a través del pantalón y sin pudor alguno empiezo a menearme contra él.

Con la otra mano libre agarra una de mis piernas y la sube hasta su cadera para que sienta por completo su erección y empiece a seguirme el ritmo de los movimientos. Fue una buena idea venir sin ninguna prenda intima hoy. Mi sexo está al descubierto y saber que solo estamos a dos prendas de sentirnos por completo hace que me excite aún más.

Muerde mi labio inferior tirando de él y gruñe cuando vuelvo a gemir porque presiona más fuerte mi pobre pezón adolorido.

—Joder Lex. Me encantas tanto.

—Y tú a mí. —Hablo entre jadeos.

Suelta mi pezón para bajar su mano hacia mis labios inferiores. Un gemido ronco escapa de sus labios entre abiertos al descubrir que no llevo nada.

Uno de sus dedos juega con la entrada, burlándose de mí y gimoteo tratando de moverme más hacia él. Me mira por una cuestión de segundos y mantiene su mirada fija en mí cuando entierra los dedos de golpe.

Volteo completamente los ojos, sintiendo como entra cada vez más profundo. Reprimo un gemido mordiendo mi labio inferior tan fuerte que me duele. Suelta mi pierna, pero aún la mantengo aferrada a su cadera, y la mano libre me toma del mentón para que lo pueda ver.

—Vamos Lexie, he esperado por esto toda la noche. Quiero poder verte.

Sus largos y gruesos dedos entran una y otra vez en mí. Me apoyo de la encimera pequeña del baño con un brazo mientras que con el otro me tapo la boca. Si alguien me llega a escuchar afuera estaremos en graves problemas.

Me aparta la mano de la boca y la guía hasta su nuca.

—No reprimas ningún ruido cariño, te quiero escuchar toda.

—Cayden. —Gimo su nombre cuando acelera el ritmo.

—Eso es, así.

Empiezo a sacudirme con más fuerza cuando la palma de su mano hace contacto con mi clítoris, mi vientre arde y el corazón está a punto de estallar al igual que yo.