41. Cómo la gente puede cambiar

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LEXIE

El día de graduación llegó.

Diría que estoy feliz por este hecho, pero no es así.

Les daré un recuento de lo que pasaron estas tres semanas pasadas:

Cuando me decidí tratar de ser feliz y empezar a vivir mi vida como lo era antes, fue paso a paso. Bastian estuvo todo el momento a mi lado.

Se volvió algo más que un amigo para mí, se volvió mi mejor amigo.

Empezamos a ir a cines, luego con Victoria salíamos cuando tenía tiempo libre ya que empezó a salir más seguido con Thomas y además ahora como el tío Adonis se mudó Vic debe acostumbrarse a su nueva familia. Con Rose y... Cayden. No es que vaya a vivir con ellos, pero la invitaban muy seguido para hacer más rápido el proceso de aceptación y confianza.

Ya no duele decir su nombre.

Mis padres estuvieron toda la última semana ansiosos con la graduación, al igual que Eider. Mamá se ofreció a hacerme el vestido de mis sueños.

Bastian me dijo para ir juntos, le agradecí, pero creí que sería mejor ir por mi cuenta con mis padres y encontrarnos ahí. Lo aceptó.

Hace unos días Bastian se me había declarado, diciendo que estaba enamorado de mí desde antes que Cayden siquiera se fijara en mí. No pude evitar sentirme especial, por un momento le iba a dar la esperanza de que si todo fuera al revés estaría con él, pero él me corto asegurando que dejó de sentir cosas por mí al darse cuenta lo mucho que amaba a su mejor amigo, y cómo Samantha hizo que ambos se hagan mucho daño.

Él es consciente que también hizo mal y no toda la culpa lo tiene ella, sin embargo, le lastima ver que por una mujer dos amigos de toda la vida se dejen de hablar como si nada.

—No es tu culpa sentir, Bastian. Todos tienen derecho a enamorarse, así no sea correcto.

Le dije antes de volver a tratarnos como los mejores amigos que empezamos a ser.

Mis dedos tocan el vestido por encima de mis piernas, cubriéndolas por completo. El diseño que mamá confeccionó para mí hace semanas tuvo que ser removido por mi drástico cambio de peso. Había bajado alrededor de casi diez kilos en menos de un mes, y con el peso que ya tenía era delgada, ahora parezco un maldito esqueleto.

En la mañana me desperté a las seis para poderme maquillar y darle algo de color a mi pálido cuerpo, demoré dos horas, pero al final lo logré. Decidí no taparme el tatuaje de coral porque ya no había razones para ocultarlo, al parecer toda la universidad se entero de mi sucio secreto.

Llegaron mensajes a mi correo y redes sociales cuando prendí mi celular luego de tenerlo apagado varios días, todos pidiendo que les dé algún autógrafo o haciéndome preguntas relacionadas a cómo hice para mantenerlo en lo oculto. Algo me dice que en la graduación será igual de frustrante.

Mientras papá maneja la camioneta, su esposa cambia de emisora buscando la canción correcta, pero lleva más de diez minutos cambiando. Eider a mi lado juega con su celular y balbucea cosas sin sentido.

Yo sigo de los nervios, porque veré a Cayden después de un mes.

¿Me seguirá odiando? Sí, creo que sí.

Debe de odiarme tanto que se le notará en la mirada.

Victoria me contó que ha pasado más tiempo encerrado en su habitación y lo único que se escucha de adentro son gritos y música a todo volumen. Lo ha visto salir únicamente para comprar pinturas y lienzos.

Besos Que Duelen [Besos #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora