19. El ensayo

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CAYDEN

Deposito otro beso en los labios de Lexie antes de que se despida de mí.

—¿Paso por ti mañana? —Cuestiono.

Luego de tres horas viendo una película y la otra parte charlando con Victoria y Thomas mientras volvíamos a nuestras casas la dejé en la suya junto con su mejor amiga.

Aún me siento en deuda con Victoria por ayudarme a preparar todo lo que necesitaba para llevar a Lex. Si ella quería que realice acciones para demostrarle que la quiero y valoro, lo haré.

Aunque en realidad no es necesario que me lo tenga que pedir, es decir, eso me debería de nacer, ¿cierto?

Me regala una sonrisa mientras que Victoria la jala hacia la calle en dirección a su casa, me estacioné en la esquina precisamente para que sus padres no me vean.

—Claro, y podrías verme ensayando. —Guiña un ojo y se gira por completo para caminar.

Thomas saca su cabeza por la ventana trasera, sacando una mano y agitándola.

—¡Y nadie se despide de mí! —Grita indignado. Escucho a ambas chicas soltar una risa y voltear su cabeza solo para sacar la lengua.

Pongo en marcha el carro y la sonrisa se desvanece de mi rostro al recordar lo de hace horas cuando fui por Lexie. Parece que Thomas se da cuenta por mi mirada.

—Joder Cayden, aún no me creo que Bastian esté en el ballet de Lexie.

—Ni yo, créeme.

Las llantas rechinan en el suelo cuando giro bruscamente. Estoy furioso.

—Pero no creo que pase lo mismo que con Sam... Lexie es diferente.

—Sabes bien que no me preocupa lo que ella haga. —Tenso la mandíbula— Me preocupa lo que él le haga.

El recuerdo de Samantha apareciendo en mi casa a las tres de la mañana llorando porque me engañó con Bastian aparece en mi mente.

—Yo no quería, debes creerme... Él me buscaba. —Trató de acercarse a mí, pero la detuve a medio camino.

—¡No vengas a hacer un escandalo y mentir! Tú estás con él hace tiempo Samantha. —Escupo, con la rabia corriendo por mis venas. Hasta hace unas pocas horas estábamos todos cenando tranquilos, pero mi mamá me llamó de emergencia y tontamente los dejé a ellos solos en el restaurante, pensando que por primera vez no harían nada a mis espaldas. —Fuera de mi vista ahora mismo.

En hora buena que no le pedí ser novios formalmente.

—¡No! Espera, podemos hablarlo Cayden.

—No hay nada qué hablar. Está claro que no quieres tener nada conmigo.

Su rostro se transforma rápidamente de tristeza a enojo puro, fue tan rápido que da miedo.

—¿Sabes algo? Tienes razón. No quiero nada contigo, quiero algo con tu dinero y popularidad, pero ahora ya no lo necesito porque Bastian me da eso y más. —Empieza a hablar y camina lentamente hacia afuera de mi casa. —Él sí quiere tener sexo conmigo a todas horas y no la duda ni un segundo, como tú que querías tener tu "momento especial". ¿Pero sabes algo? Eso nunca llegará, así que metete con cualquier tipa, enróllate y fóllala, eso les gusta a todas. Créeme, eso de esperar es pura mierda Cayden, así como tú.

Luego de ese día, ocurrió el rumor de Lexie. Samantha vino furiosa a mi casa para gritarme lo idiota que era, y que obviamente Bastian la dejara abandonada.

Besos Que Duelen [Besos #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora