Besos Que Duelen [Besos #2]

35. ¿Te conozco desde hace 20 segundos o 20 años?

ESTE CAPÍTULO CONTIENE ESCENAS +18, DISFRUTEN

♫

LEXIE

El día más importante de una mujer siempre será aquello que pase con la gente que de verdad ama.

No necesariamente es en su cumpleaños, el día de su boda o cuando gana un premio. Simplemente puede reunirse con sus amigas o familia a un café, platicar y será lo mejor que puede vivir.

Las bodas no son algo que me emocionen demasiado, cuando las veo en películas normalmente las salto o adelanto hacia lo que sigue. Otras veces, las veo una y otra vez mientras lloro y pienso que algún día alguien me querrá tanto para unirse toda una vida a mí

Mis padres no tuvieron una vida perfecta, soy consciente ahora sí de ello. Mi mamá sufrió con su familia, su ex novio abusivo, su ex mejor amiga la traicionó y luego tuvo que vivir con mi padre y los tíos por su cuenta si quería salir del dolor. Pero eso no impidió que también salga lastimada de otras maneras.

Ambos se lastimaron de mil maneras posibles, pero también ambos se lamieron las heridas el uno con el otro para poder seguir adelante. Se amaban tanto que se ese gran amor salimos Eider y yo.

¿Cayden me amará como mi padre ama a mi madre?

Una lagrima cae por la mejilla al verme en el reflejo y saber que tal vez esta sea la última boda que viva. La primera y última.

Tocan a mi puerta y mi hermano entra con su esmoquin gracioso y Charlotte en el hombro, quien trae una falda sangría que parece de balerina de ballet.

—¿En serio la has vestido para hoy?

Camina hasta mí para darme un abrazo, cierro los ojos cuando veo que su tarántula también se acerca a mí y casi puedo sentir sus pelos.

Se separa luego de unos segundos y me ve de pies a cabeza.

—Mamá sí que sabe hacer su trabajo.

Vuelvo a ver mi reflejo y el vestido que mamá confeccionó para sus damas de honor. Es el mismo diseño que el negro de la otra vez para el aniversario de su boutique, solo que esta vez es de color sangría al igual que debería ser el de Pamer y Victoria.

Mi cabello está recogido en un moño con pequeños mechones sueltos en mi rostro y por atrás, los aretes circulares le dan un toque para que no luzca muy desordenado.

—¿Me pasas los tacones del cajón? Están guardados aun en su caja.

Mamá me los trajo anoche cuando volví de mi encuentro con Cayden y por desgracia nos descubrió. Pero la sorpresa que me llevé fue cuando le dio un abrazo y le hizo saber lo feliz que estaba de que venga mañana con su madre.

Aun sigo sin creerlo.

—¿Lexie?

Mi hermano me llama, me detengo en seco cuando no solo saca mis tacones. Tiene la peluca rosada.

De un salto estoy encima de él arrebatando mi peluca.

Eider se queda quieto aún viendo su mano ahora vacía, alza el rostro y mira directo a mi clavícula donde se supone debe estar mi tatuaje, ahora está maquillado. Gira la cabeza y su boca se abre de par en par cuando ve mi guitarra bajo la cama tirada.

—¡Oh Dios!

Mierda, mierda.

Vuelve a verme y está a punto de gritar cuando alzo mi mano.