Besos Que Duelen [Besos #2]

44. Despidiéndose con una sonrisa distraída

Esta escena de la pelicula es súper especifica, ya que la ven los personajes casi al final del capítulo, disfruten

♫

LEXIE

Mi cumpleaños es una de las fechas más esperadas en mi vida y que cuento día a día en el calendario desde que era pequeña.

El primer cumpleaños que recuerdo es a partir de los siete años en adelante. Me lo hicieron de animales y el pavo era la estrella. Tuve una época donde me obsesioné mucho con ese animal.

Siempre quería que sea mi cumpleaños, tener a todas las personas que más quería junto conmigo. Comer pastel, bocaditos y recibir cientos de regalos con cosas que siempre quise tener o que mucho pedía.

Pero esta vez, no estoy segura si lo quería.

Retrasamos los arreglos navideños para ambientar toda la casa como si estuviésemos en Grecia. Lamenté mucho que justo hoy decida nevar como nunca y el patio esté lleno de la nieve al igual que hace un frío de mierda.

Hasta mis pezones están duros por el frío, incluso con la calefacción.

Acomodo mi vestido floreado cuando me pongo de pie para saludar a mi tío Adonis que vino con Rose. Ambos vienen vestidos con ropa tropical y se han quitado sus sacos y gorras para el frío colgando de un brazo.

—Lo siento cielo, Cayden tenía un asunto importante. Pero tal vez venga más tarde.

Eso fue lo único que bastó para tenerme junto a la puerta toda la tarde.

Había invitado a los chicos del ballet, pero solo Rick y Brisa vinieron a felicitarme. Era obvio que Rachel no iba a venir, no éramos tan amigas después de tanto. Y aunque sea difícil de creer, no me molestó.

—No pongas esa cara enana, traje trago escondido. —Rick me susurró al oído arrastrándome hacia la sala, alejándome de aquella puerta.

—¿Sabes que no es necesario esconderlo? Todos saben que tomamos.

Se echa a reír, Brisa toma la botella de Vodka para ponerlo en la mesa junto con los demás tragos. Escucho que Eider le pregunta si está soltera a lo que ella solo se ríe y le dice lo pequeño que es para ella.

Sin dudas mi hermano de grande será todo un casamentero.

El timbre volvió a sonar, me lancé encima de la puerta esperando que sea Cayden, pero solo era Bastian.

Llevaba una camisa blanca dentro de la gran casaca térmica, su pantalón crema estaba con un poco de nieve al igual que las botas. No pude evitar reír al ver su nariz roja y el cabello desordenado. Frené de golpe al ver a su compañía.

La chica alta y pelirroja está con un vestido largo hasta por debajo de las rodillas, unas botas negras la acompañaban y el gorro para la nieve tapaba su cabeza. Al igual que Bastian, una casaca le cubre los brazos. Es un poco más alta que yo y delgada.

—Lexie, ella es Rosaly.

Extiendo mi mano hacia ella, su guante negro choca con mi mano vacía.

—Es un gusto, Bastian me habló mucho de ti. Pasen antes que se congelen de frío.

Pasan por mi lado y suspiran a sentir el ligero calor que hay dentro.

—Gracias por la invitación. —Su tono de voz es muy tranquilo y dulce— Espero que Bastian te hablara de cosas buenas.

—Gracias a ti por venir y tranquila, sé que eres un alma en paz.

Ambas nos reímos y ellos pasan para saludar a los demás.