UNO

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  "Take me out tonight because i want to see people and I want to see life driving in your car, oh, please don't drop me home  because it's not my home, it's their home, and I'm welcome no more"   There is a Light that never goes out, The Smiths



Andamos por las calles perdidos en nuestro propio mundo, sin un rumbo y sin un camino, solo salimos, damos vueltas y regresamos a casa, esclavos de una ociosa rutina. 

En una de las mañanas frías en las que me dirigía al instituto, pequeñas gotas caían sobre mi rostro, haciendo desaparecer el maquillaje que me cubría el rostro, los ruidos de las bocinas en los automóviles inundaban el aire tranquilo de la ciudad, mujeres llevando a sus hijos a la escuela, hombres retrasados para su trabajo con envases de café en sus manos corriendo al llegar al metro, y yo, tomando seguidas bocanadas de aire , pues es que las ganas de ir al instituto un día como hoy eran nulas. Era de esas mañanas en las solo te place dormir acurrucada junto a tu tierna mascota, tomar chocolate y luego ver películas, pero no, tenía que levantarme a las seis y luego caminar hasta mi lugar de clases.

Ya llevaba quince minutos en mi camino y  me encontraba en la esquina del instituto, ajusté mi abrigo para soportar el frío y comenzaba a pensar que esa cosa no me proporcionaba la calefacción adecuada. Para una joven americana de orígenes hispanos no tener auto a los 18 años es algo un poco inusual, pero... ¡Qué importa! De otra manera, ya solo me faltaban tres semanas de clases, tendría que dar mis exámenes finales e ir al baile de graduación.

Llegué al aula con la nariz roja y el cabello lleno de nieve, atrayendo un poco las miradas para que luego cada quien vuelva a lo suyo. El maestro Molina entró por la puerta y agitó su gran maletín contra el escritorio, algo severo para ser solo un maestro de Historia.

―Buenos Días estudiantes ―saludó el maestro para que todos le devolvamos el saludo―.Ha sido su día de suerte, el director acaba de informarme que irán a conocer el Museo de San Francisco, así que toda su jornada será solo para que se instruyan y disfruten.

―Maestro Molina― Llamó Baker desde el último asiento -De seguro la momia del museo querrá sacarse una foto con su hermano, Julian Molina- habló escupiendo sus bromas sin gracia.

―Callate Baker sino quieres que te deje en detención tus últimas tres semanas.

Pasamos la mañana y parte de la tarde observando cada objeto misterioso y aguantando los gritos del Maestro Molina diciendo -No se alejen del grupo- , mi vista se perdió en una figura que se encontraba en una especie de vitrina, era el rostro de al parecer un hombre, con el ceño fruncido, tenía aspecto de momia y claro, lo era, pude ver las facciones del hombre y todas las expresiones que emanaba, al inclinarme para ver más de cerca tropecé con un monumento que se encontraba de lado , gracias al cielo pude sostenerlo a tiempo, nadie me veía, entonces fue cuando decidí volver a mi grupo, pero no había nadie conocido entre la multitud de turistas, corrí hacia uno de los hombres de seguridad y pregunté por el grupo de estudiantes que paseaba por el museo, solo me supo responder que ya se habían retirado.

Con la duda en que si regresaba al instituto o si simplemente iba a casa, salí, de igual manera...nadie lo va a notar. Mientras esperaba por un taxi, escuché un"tin-tan-dap, tin-tan-dap."

Un muchacho alto, delgado y de cabellera larga rizada raspaba las cuerdas de su hermosa guitarra acústica color chocolate llenando la vereda con su dulce rasgueo envolvente.

El sonido de sus acordes y la lírica de la canción inundaban el ambiente callejero, un hombre mayor y una joven mujer fueron los únicos que depositaron unos cuantos centavos cerca de donde el muchacho estaba, no podía distinguir la canción, pero tenía la certeza de que la había escuchado antes.

Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora