TREINTA Y CUATRO

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  "Una sonrisa suya es mi gloria, y por alcanzar su cariño le tributaría el homenaje de todo mi ser..."Emilio Ruiz 


El rumbo de esto se estaba tornando excesivamente apasionado, no quiere decir que no me guste, al contrario, sin embargo con mi poca experiencia en esto puedo decir que Harry mantenía la intención de avanzar, es decir que tengamos un encuentro íntimo. No me creía capaz de hacerlo y mantengo firme mi palabra, no por el pacto realizado anteriormente con mi mejor amiga sino más bien porque siempre pensé que ese momento tenía que ser sumamente especial y prefería que sea dentro del matrimonio. Tal vez suene muy anticuada y vieja diciendo aquello pero me es imposible concebir la idea de que a mi futuro esposo le entregue mi cuerpo ya usado por alguien más. Aunque ansío que Harry sea mi futuro esposo sé que pueden suceder muchas circunstancias que lo podrían impedir.

― ¿Que ha pasado? ¿Te lastimé? ―preguntó Harry con el rostro expresando curiosidad.

― Harry.... no puedo hacerlo, no estoy lista aún, espero me entiendas... ―salí de su agarre y me senté al borde la cama y escondí mi cara entre mis brazos.

― Escucha pequeña, te entiendo, está bien si lo quieres así, pero debes saber que te amo lo suficiente como para que seas completamente mía, no creas que esto es por una simple pasión ―dijo Harry abrazándome por la espalda y dándome besos sobre mi cabello.

― No quería fallarte.... ¿Ves a lo que me refiero? ―estaba a punto de sollozar.

―No me ha fallado en lo absoluto, Bernadette entiende que te amo a ti y a tus condiciones también ―se paró y se puso enfrente de mí― Olvidemos esto y vayamos a dormir, es un poco tarde.

― ¿Estás seguro?

― Si, mi amor.

***

Harry y yo estábamos preparando el desayuno, la mañana estaba fría, últimamente los cambios repentinos de clima se habían hecho una rutina, él café siempre había sido mi primera opción en la mañana, Harry hacía uno de los mejores cafés que he probado y ni siquiera tenía un ingrediente secreto, era solo cuestión de técnica.

Él me indicó que sentara en la pequeña mesa, acto seguido me sirvió mi desayuno y plantó un beso en mi mejilla y sentó en frente. Charlábamos mientras comíamos, reíamos e intercambiábamos miradas coquetas. Mientras recogíamos los trastes el timbre de mi puerta sonó lo cual me pareció muy raro ya que los únicos que venían eran Celine pero ella se encontraba de viaje con su padre; y Harry. Caminé hacia puerta muy sigilosamente, me paré de puntillas para ver por el orificio de la puerta y me encontré con dos personas, vestidos en un modo casual pero clásico, sus rostros eran más que conocidos y eran las personas con las que había compartido casi la mayoría de mi vida.

¡Mis Padres!

― ¡HARRY! Son mis padres ―dije en un fuerte susurro para que me lograse escuchar, él abrió los ojos como platos, esta visita nos estaba tomando de sorpresa― Tienes que irte ahora― le dije

― ¿Por dónde diablos quiere que salga? ―reprendió.

― Tienes razón ―el timbre seguía sonando y yo no paraba de moverme tratando de buscar una salida a este embrollo― Ahora... ¿Que haré?

― Escucha, lo mejor es que les digas la verdad Berns, algún momento se enterarán de esto ―

Di un fuerte respiro y lo pensé muy rápidamente, escuchaba que el timbre seguía sonando pero esta vez con más insistencia.

Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora