TREINTA Y UNO

181 8 0
                                    

"Lo que más necesitamos es una persona que nos obligue a hacer lo que sabemos" Ralph Waldo Emerson   

***

Pasaba por la Calle 22 , aquella que cruza por el San Francisco Museum, pensé que podía ser una buena sorpresa ir a ver a Harry mientras hacía su trabajo.

Escuché las notas de Harry siendo repartidas hacia los transeúntes, cada vez y cuando depositaban una moneda dentro del estuche de la guitarra que yacía sobre el suelo y él con la guitarra a cuestas, su cabello despeinado y su ceño fruncido al cantar demostrando una plena concentración en su arte. Era tan artísticamente bello pero tan vilmente misterioso y oscuro.

Crucé la avenida que nos separaba y mientras me acercaba trataba de que no me viese, tan bueno fue el intento que logré mi objetivo.

La canción que entonaba era nueva, no eran los famosos covers de siempre, esta era sin duda una pieza inédita o de lo contrario también podría ser una canción desconocida a mis oídos.

Me acerqué más levanté mi cabeza y su mirada encontró la mía en un momento desprevenido y fue cuando llegaba la parte fuerte de la canción y noté la pasión con la que se expresaba como si estuviera cantándole a alguien en especial.

So if you have something to say

Say it to me now, just say it to me now

Say it to me now era la frase más repetida de la desconocida canción y el aire melancólico de un día de verano nublado hacía que la tristeza inunde mi alma hasta lo más profundo.

Aún me encontraba con el dilema sobre si Harry era una persona de fiar y la inesperada partida de Julia me tenía con la soga al cuello, desearía no haber despertado este día para no sentir la profunda melancolía y confusión que siento ahora mismo.

La canción terminó y sus gemas se juntaron con mis ojos cafés, trataba de buscar en su mirada aunque sea un ápice de maldad; su angelical y pálido rostro solo me demostraba que no hay mejor belleza que la del interior, su rostro parecía esculpido por los dioses sin embargo en sus ojos veía un alma lastimada, solitaria y en busca de una felicidad inexistente.

Aquella canción que entonaba su voz parecía un signo de arrepentimiento junto con esperanza, me pregunto si él la había escrito y si así fuese a quien va dirigida....su canto expresaba rabia, fuerza e impotencia ¿Qué será lo que hace que él se sienta de esa forma? ¿Debería preguntárselo? ¿Tendré que ver yo en aquello?

―Buen Trabajo― dije depositando un billete generoso e hice un intento de sonrisa ―Este es el precio que pago por pasar la tarde contigo―

―Siento que me has mentido con tu cumplido y no es necesario que me pagues, aquellos servicios son gratis pero debes saber que a veces cobro de otras formas ― depositó un cálido besos sobre mis labios aun con su guitarra a cuestas ―Esta es una de ellas...

―Tendré que venir mas seguido y aparte es gratis... ― reí ―No te he mentido, en lo absoluto, realmente me ha encantado la canción ¿Es nueva? ―

―Digamos que si... ― me sonrió sin razón.

― ¿Cómo se llama? ―

―No lo sé-- respondió en un tono de voz bajo y lo sentí incómodo por un momento, tanto así que su semblante cambió de un momento para otro, ahora estaba más.... ¿Serio?

Nos quedamos mirando como si nuestros ojos emanaran palabras, por un momento esto se había transformado en el pequeño mundo de Harry y Bernadette, nadie ocupaba un espacio más sobre este planeta, éramos él y yo, nadie más. Descubrí que aún había esperanza de que nuestro amor no resulte ser un fiasco como la primea vez, sentía una punzada en el corazón que me decía que él era la persona que cambiaría mi vida y que el único requisito para lograrlo era permanecer junto a él.

Agarró mi cintura nuevamente y me pegó a su cuerpo, su respiración golpeaba contra mis narices y él solo se quedaba inmutado en mis ojos, de pronto sentí una mano en el bolsillo izquierdo de mis jeans, se acercó a mi oído y dijo "No cobro por estar con quien quiero", fue cuando noté que estaba devolviéndome mi billete para luego regalarme una de sus amplias sonrisas.

Nuestras miradas fueron interrumpidas por un vagabundo quien quiso robarse las propinas que estaban en el estuche, justo en frente de sus ojos. Harry lo tomó bruscamente del brazo al hombre quien parecía estar ebrio, loco o quizás ciego y lo quitó del camino; él hombre solo supo gritarle unas cuentas palabrotas para así marcharse. Harry me miraba avergonzado y algo molesto por la acción tan arbitraria del vagabundo.

― ¿Puedo quedarme contigo hasta que termines? ― le pedí

―¿Estas segura?

―Como nunca antes.

No había mejor lugar que a su lado, mientras veía como se sacaba el alma cantando tantas canciones poderosas, sabía que mi corazón ya le estaba entregando todo aquello que nunca nadie antes había sacado de mi....los rasguños que él causó en mi corazón estaban a punto de sanar por el todo y es ahí cuando me di cuenta de que a pesar que a algunas personas les parezca una obsesión o incluso una locura que alguien como él y como yo podamos compartir almas, yo lo veo solo como una pluma en la nariz, estorba pero no mata, tal vez estoy enamorándome perdidamente de él y no me arrepiento de aquello.


Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora