TREINTA Y SEIS

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Mi teléfono sonaba incontrolablemente desde la mesita de cama, con los ojos entre-cerrados observo el nombre de la persona que llama sin cesar.

― Cariño... ―respondí la llamada con la voz aún adormitada.

― Bernadette ¿Qué mierda haz estado haciendo? ―habló Harry con el tono enojado y preocupado

― Esperaré a que vuelvas a llamar para que me hables de una forma adecuada... Adiós ―no era nada justo que apenas despierte de un gran sueño de media tarde se atreva a alguien a hablarme de tal forma, en el peores de los casos, Harry.

―Espera Bernadette, no cuelgues ―dudaba de sus propias palabras― Lo siento mucho, no debí.

― ¿Qué sucede? ―volví a intervenir.

―Estaba preocupado...por lo que pudieras hacer ―al momento que escuché sus palabras fue inevitable esbozar una sonrisa.

― Al menos estoy viva ―solté una risa

― ¿Dormirás?

― ¿Acaso tengo otra cosa que hacer? ―dije resignada.

― Iré para cenar ¿Puedo?

― Claro... te espero ―la idea de ver a Harry me reconforta, ahora sé que no estoy tan sola después de todo.

Colgué la llamada y revisé la hora en el reloj de la mesita, me acosté nuevamente en mi cama, sin querer volví a sentir pesados mis ojos, dormí.

***

― ¿Amor?.... ¿Cariño? .... ¿Bernadette?, despierta pequeña bella durmiente... ―escuché una voz a lo lejos, en un segundo pensé que se trataba de un sueño en el que alguien me llamaba de tal forma, traté de abrir los ojos uno por uno y cuando al fin tenía la vista esclarecida pude notar que la realidad superaba a mi sueño. Harry estaba aquí.

― Harry.... ―dije aún entre sueños.

― Mujer ¡Qué sueño tan pesado!

― Lo siento, creo que estaba más cansada de lo normal...

― Estas situaciones de familia suelen ser agotadoras ―dijo Harry acomodándose de mi lado.

― Tal vez... ―bajé la mirada recordando todo lo que pasó hace unas horas.

― ¿Pasó algo muy malo, cierto?

― Nada podría ser tan malo, no me ha roto los huesos aún ―sonreí irónicamente

― Esta es un conversación de adultos, Berns ―me quedé quieta y en silencio, no soy buena inventando historias― ¿Algo sucedió? ―lo miré a los ojos intentando pedir disculpas mientras que sus ojos eran inexpresivos pero aún mantenían un aire de curiosidad.

― Ellos no quieren que estemos juntos y ha sido su decisión final ―incliné la cabeza para evitar encontrarme con su mirada.

Resopló resignado― Escucha lo que te diré ―tomó mi rostro entre sus manos para que logre verlo a los ojos―; Yo aceptaré todo lo que tu decidas si es que eso te hace feliz....si piensas que ya no debemos estar juntos, aunque me duela debo dejarte ir porque te amo y no quiero verte atada a mí por lástima.

― Habíamos acordado que nuestro cariño sería mutuo, Harry, mis padres son importantes pero no indispensables, si tú eres feliz conmigo, siempre será así.

Harry me abrazó y nos fuimos recostando más sobre el colchón hasta quedar totalmente tendidos sobre la superficie, el masajeaba mi cabello mientras yo recorría su camiseta ya bastante usada con mis dedos.

Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora