NUEVE

284 14 0
                                    

"Ven a dormir conmigo: no haremos el amor. Él nos hará" Julio Cortazar


***

Una cortina de sudor frío cubría todo mi rostro y cuerpo, respiraba con dificultad mientras él me agarraba por la espalda y ayudaba a calmarme.

―Ha sido una pesadilla ¿verdad?―preguntó Harry mientras frotaba mi espalda.

―Fue horrible...―dije aún con la respiración agitada y tratando de salir de lo obvio.

―No fue nada real, tranquilízate― volvió a abrazarme por la espalda ―Te traeré un poco de agua.

Bebí el líquido rápidamente dejando caer unas cuantas gotas sobre mi regazo, sentía la mirada del chico de ojos verdes prendida en mí como tratando de averiguar una salida. Extendí mi brazo con el vaso de cristal para acomodarlo en la mesita de centro de la sala donde ambos reposábamos tranquilos hasta hace un momento luego giré a verlo

―Perdóname Bernadette― Harry se dirigió y se pegó fijo en mis ojos, su semblante denotaba algo de arrepentimiento mezclado con vergüenza.

― ¿Perdonarte? ¿De qué?― hablé en un susurro ya que mi garganta no daba para más.

―Por hacerte recordar a tu padre y que pasaras un mal rato hoy...―

―Calla Harry, son cosas que pasan, no fue tu culpa ni tu intención― interrumpí su discurso y lo miré con el ceño fruncido pero en señal de apoyo ―Escucha...me encanta tu compañía, charlar, comer algo rico, pasar el rato. Hoy me he divertido mucho contigo, mucho más de lo que he hecho en un largo tiempo, me encanta todo esto― me atreví a sacudir los rizos que caían de su cabeza, eran suaves y sedosos lo que me hizo pensar brevemente en si es que debía preguntarle que shampoo usa― Me encanta todo.

―A mí me encantas tu- dijo incorporando su mirada fija en mí.

Su voz ronca habló en un hilo de voz audible y preciso haciendo que mi piel se erice al mero hecho de escucharlo pronunciar aquellas bellas y significativas palabras, algo estaba pasándome con él, no podía descifrarlo aún, un sensación en el pecho se hacía presente cada que él me dirigía la palabra, cada vez que cantaba me regocijaba por dentro de una manera mística y sigilosamente mi mente se ocupaba de hacerlo presente en cada momento del día.

―Harry yo...―intenté buscar palabras para decir.

―Shhh... ― interrumpió él tapándome los labios con su dedo índice ―No digas nada―agarró mis mejillas con sus suaves palmas y las acarició con el pulgar, dejando marcadas las huellas de algo nuevo, de algo desconocido y quizás de un próximo futuro. Se volvió a recostar en la abrigada alfombra de mi sala y con su mano me indicó que me ponga a su lado, volvimos a la posición de hace un momento pero esta vez regaba caricias sobre mi cabello y besaba mi frente, sus besos quemaban mi piel de la manera más pura y bella, me brindaban esa seguridad afectiva que tanto necesitaba



¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Su cantó sorprendió a mis sentidos para luego relajar mi espina, el seguía repartiéndome caricias mientras yo inhalaba el olor a cigarrillo y colonia de su camiseta blanca, sin querer y sin darme cuenta entrelacé mi pierna con la de él, lo cual hizo que lo notara y me sonriera levemente, lo miré con el rabillo del ojo para luego volver a su pecho

En mis interiores pensaba en este presente, en lo que está pasando en mi persona Bernadette Williams y el cantor de museo Harry Styles. No podía asegurar de que sucedía ese "algo" entre nosotros.

A mí me encantas tú.

No sé si es que esa frase signifique algo más en el Reino Unido aparte de me estas empezando a gustar, eran sinónimos, sin embargo no captaba la idea de lo veloz que esto estaba pasando. Apenas llevamos hablando decentemente dos días porque el fracaso de charla que tuvimos aquella primera vez fue solo basura y no se cuenta. Siempre fui desconfiada con las personas lo cual me incitaba a pensar lo peor de ellas, pero con Harry no sucedía lo mismo, para mí era imposible pensar en que tenía intenciones distorsionadas, su persona no lo demostraba y hasta ahora había sido muy civilizado.

De la noche a la mañana me empieza a cantar canciones acerca de un futuro que es totalmente incierto, no por el hecho de ser el futuro sino más bien porque aún no hemos formalizado nada ni mucho menos hemos aclarado qué sucede aquí.

Algo de lo que si estaba segura es que con él me sentía querida, protegida y pensaba que sería lindo poder llegar a tener un tipo de relación con una persona como lo era él. Alguien tan singular, que irradiaba misterio era digno de alguien semejante pero ya saben... los polos opuestos se.... si ya saben.... se atraen.

Tenía muchas preguntas en mi cabeza que no tenían respuesta, era muy confuso para mí, una tipa de 18 años, algo grandecita pero poco experimentada en el ámbito de las relaciones amorosas.

¿Por qué se comportó como un idiota aquella vez cuando caminábamos?

¿Por qué si no le gustaba mi silencio dejó una nota en mi trenca?

¿Por qué decidió ser cortés conmigo en aquel bar?

¿Por qué se fue y luego volvió?

¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué?

Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora