CUARENTA Y TRES

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Amanecimos en la azotea, un viento helado me congelaba los huesos, traté de despertar serenamente hasta que siento un agudo dolor en el cuello a causa de dormir en el suelo; en cuanto a Harry estaba tendido de igual forma aún dormido, con su brazo por debajo de la cabeza remplazando el trabajo de una almohada, me decidí a despertarlo de igual manera ya que podía notar que estaba incómodo, después de todo teníamos una habitación rentada. Lo dirigí hacia el cuarto y él aún seguía adormitado y con lagañas, podía notar bolsas debajo de sus ojos debido a la mala dormida de anoche.

Aproximadamente a las 11 am Harry volvió a despertar, me saludó con un beso para seguir sus actividades; esta vez tuvo tiempo de ducharse y de arreglarse, se aplicó colonia y se puso una camiseta nueva, su cabello mojado y enmarañado salpicaba agua al movimiento y ahora que lo tenía notablemente crecido hacía que se lo viese más atractivo de lo que realmente es.

―Hueles bien― lo elogié.

―Gracias― respondió en un tono cortante, fruncí el ceño y lo dejé ir, quizás está de mal humor porque seguramente ha dormido mal.

Su teléfono celular comenzó a vibrar sobre la mesita de dormitorio, él no lo notó ya que estaba acomodándose el cabello en el baño, me acerqué y vi que era una llamada entrante de un tal "Drew" agarré el teléfono para contestar y avisar que llamen luego.

― ¡No lo hagas!― gritó Harry desde el otro lado de la habitación como adivinando lo que quería hacer, obedecí y le entregué el teléfono en la mano sin decir nada.

― ¡¿Qué está mal contigo?!― dije en tono desafiante.

― No es nada, déjame atender esta llamada― sin avisar salió de la habitación para hablar.

¿Por qué no puede atender la llamada en mi presencia? ¿Quién es la persona que llama? ¿Por qué es tan importante?

No intentaba sonar como una patética celópata, sin embargo este misterio me atraía pero me molestaba de igual forma.

Fui hasta la puerta y sin querer escuché algo de la conversación.

Si....exacto....estoy en camino a Santa Cruz....si....estoy para eso.....tendré cuidado no te preocupes.....es más fácil con ella aquí, ya sabes soy extranjero y eso, para evitar sospechas..... ― hizo una pausa larga, por la tensión de su espalda puedo saber que está atónito ― ¿Hablas en serio?......tan cerca.....es lo que más he querido en la vida.....no lo sé, seguramente se me ocurrirá algo pero no puedo sacarla de esto, es difícil ¿sabes?.....no lo sé, no estoy confundido, sé lo que quiero pero no quiero alejarla.....(risas) ¿Dos mujeres? No, no soy tan estúpido....está bien Drew, allá voy―

Culminó la llamada y se dirigió hacia el interior de la suite; me senté en el sillón, tomé un cigarrillo de la cajetilla de anoche y lo encendí, tal vez esto despejaría mi mente aunque no esté del todo bien probarlo ahora.

Vi a un Harry Styles preocupado y un tanto emocionado al entrar, ni se había percatado de que yo estaba allí con uno de sus cigarrillos apoyados entre mis dedos. Descubrí que buscaba algo en todo el inmueble pero no podía saber de qué se trataba. Giró hacia mi frente y se topó con mi anatomía en tal asiento.

― Oh, Allí están ―dijo tomando la cajetilla y llevándola al bolsillo, ignorando mi presencia; fue cuando decidí soltar una bocanada de humo cerca de su rostro para probar si así por lo menos me prestaba mi debida atención.

― ¿Otro más? Ten cuidado, esto puede ser adictivo ―dijo ― Tendré que salir, regreso en unas horas― trató de despedirse dándome un beso en los labios el cual yo rechacé. ― ¿Qué te sucede?― preguntó agobiado.

Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora