CINCUENTA Y UNO

85 5 0
                                    


Su requerimiento era sin duda algo inesperado para mis oídos tanto como para mi alma.

Nunca antes él había mencionado tal acción de una forma tan explícita como lo ha hecho ahora. Sin duda me asusta pero veremos que sucede o si es que en realidad me animo...sé que esto no es cuestión de placer, de gusto, mucho menos de diversión. Al menos para mí, es más una cuestión de amor pero lo malo de todo esto es que quizás te das cuenta de que alguien se entrega más a la relación que el otro.

Ahora sé que nuestro amor es mutuo, no soy adivina ni divago dentro de la mente de Harry esperando a saber que sucede allí dentro, sin embargo sé que este sentimiento esta en equilibrio de parte y parte lo cual me causa un inmenso regocijo.

No estoy segura si quiero hacerlo aún, el hacer el amor conlleva más que todo aquello que la sociedad propone...He decidido no hacerlo hasta el día de hoy porque me motiva el ser diferente a todas aquellas jovencitas que tan temprano ya han perdido su pureza, cuando realmente esa es la verdadera belleza...el ser puras.

Aún recuerdo aquellas palabras de Harry hace bastante tiempo, cuando estaba en mi casa por segunda vez pidiendo disculpas por su comportamiento...su reseña acerca de las relaciones sexuales fue tan casta y serena que incluso hasta mí me logró convencer.

¿Qué haré ahora?

¿Qué le diré?

―Emm...Harry― balbuceaba las palabras sin encontrar una respuesta.

―Shhh― puso su dedo índice sobre mis labios ―No tienes que ponerte nerviosa, Berns yo te amo demasiado...

―No es necesario que lo hagamos para demostrar que nos amamos, no por ahora.

―Solo piensa en que tal vez no habrá un mañana y que solo somos tú y yo cariño...

"Oh mierda" pensaba mientras veía el rostro apasionado de Harry...

― ¡Vamos mujer! deja ese mutismo o sino acabaremos congelándonos aquí.

―Harry...no lo sé...

―Vayamos al hotel ¿Si?... Tal vez estemos más calmados allá- propuso

Dentro de la habitación del hotel se sentía un vacío y una incomodidad significativa, yo no quería acostarme con Harry, no porque no lo ame, de hecho lo amo tanto que hasta daría mi último aliento por él, sin embargo siento que no es lo que debo hacer, aun no es tiempo, no es el momento para que eso ocurra...quiero que sea especial, único y memorable; no haciendo tendencia al desprecio pienso que este hostal no nos brinda eso que requiero para mi momento clave, tal vez soy exigente pero la virginidad no se pierde todos los días.

Sentí una manos rodear mi cintura por detrás, bajando hasta mis muslos, rozando sus yemas contra mi piel en un movimiento delicado y saturado.

Sus manos divagaban por debajo de mi vestido mientras repartía besos por la parte trasera de mi cuello, y su cuerpo completamente junto al mío.

Giré y vi sus perfectos ojos un poco más oscurecidos, como sintiendo aquel calor que producía el estar tan cercanos, sin duda Harry estaba llegando a un punto donde avanzan los hombres siempre pero esta vez ya no sentí tal vergüenza.

Bajó la cremallera de mi vestido, quitó mi prenda en su presencia y me depositó sutilmente sobre la cama mientras que en mis pensamientos rondaba la idea: "¿Qué cojones haces?"

Simple...me dejo llevar aunque sé que no debería.

Sus besos eran sabrosos y suaves, como aquellos que brindas con amor mezclado con una pizca de pasión, amaba este lado de Harry, tan caliente y atrevido.

Sus manos divagaron por mi pelvis tocando la lencería con tal sutileza como cuidando de que no se suelte y ahora fue cuando comprendí sus intenciones

― ¿Estas segura Berns?― preguntó en medio de un gemido de agitación.

―Aja...

¿Qué carajos estoy diciendo?

―Te amo―besó mis labios para proceder a dejar sus marcas sobre mi piel con sus labios.

Tenía cierto sentimiento de culpabilidad pero así mismo amaba toda esto, no solo por el placer sino más bien por el afecto que le tengo a Harry...por encima de todo yo lo amaba y era capaz de darle todo de mí, incluso mi cuerpo.

Fue cuando sentí un gran empujón en mis adentros, alguien estaba tratando de avisarme algo o hacerme entender que esto no es lo que debo hacer, de repente recordé todo lo que una vez mi madre me enseño, recordé a Celine y nuestra promesa, pero más que todo me recordé a mí misma que este no era el sueño que siempre quise que se cumpliera.

― ¡HARRY! ¡PARA!― chillé agarrando las sabanas para cubrirme.

― ¡¿Y ahora que mierda pasa?!― respondió en un tono molesto e irritado.

No quería llorar, ni mostrar debilidad aunque eso era lo que más hubiese querido hacer...

Esto no es una historia nueva, siempre sucede lo mismo, tiendo a detener todo en el mejor momento y sé que es algo bastante irrespetuoso pero en este momento pienso en mí y en lo que es lo correcto.

― ¿Qué tipo de pareja somos?― gritó en medio de la habitación ―O dime... ¿Qué mierda somos tu y yo? ¿Amigos?

Y por más que aguanté, mis lágrimas empezaron a brotar desde mis ojos ya enrojecidos por el llanto.

―Perdóname― susurré, intentando que mi voz suene directa y fuerte ―Sabía que te iba a fallar...

―No me has fallado...es solo que....nada, olvídalo- acto seguido agarró sus prendas del suelo y se las colocó rápidamente y se dirigió al baño, mientras que yo me levanté y me puse una bata de baño...quizás sea el mejor momento para fumar.

Abrí el gran ventanal que daba a la ciudad, estábamos en el cuarto piso de este medianamente grande inmueble; saqué la cajetilla del cajón y lo prendí, inhalando todo aquel humo, golpeándolo dentro de mí y sacándolo lentamente.

― ¿Otra vez fumando?...― una voz dijo desde atrás

Harry

― ¿Tampoco quieres que lo haga?― ahora mi tono era arrogante, mi resentimiento era mayor.

―Haz lo que quieras hacer, por mi está bien.

― ¿Eso es todo?

―Supongo.

―Cobarde― dije sin pena alguna, la razón de todo esto, es más que sencilla, él nunca se expresa abiertamente conmigo porque un miedo dentro del él lo cohíbe de decir o contar cosas que lo atormentan y le impiden abrirse debidamente.

―Sí, lo soy...pero quiero que sepas que de todas maneras te sigo amando― escuché mientras soltaba el humo de mi boca, lo miré sin importancia, para ver su reacción.

―No debí decirte eso― me corregí.

―Descuida.

Aplasté el cigarro para lograr apagarlo, cuando finalmente estaba libre de él miré a Harry a los ojos fijamente como tratando de pedirle disculpas una vez más, sin embargo su expresión era neutra y su tez tenía un ligero bronceado.

―No me hagas pensar que eres ese tipo de persona...― dije

―¿A qué te refieres?.

―Al tipo de persona que solo quiere aparentar amar a alguien para conseguir sexo...

Harry me miró atento y luego soltó una risa irónica.

Tomó mi mano

―No soy ese tipo de hombre y tú vales más que una noche.


Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora