VEINTE

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  "Ayer aun hubiera dado toda mi sangre por oír un sí... ¿Por qué razón no soy ya completamente feliz? ¡Ah! Existe entre ella y entre mí un obstáculo en que se estrellan a la vez todas mis esperanzas. Dice que me ama, pero pertenece toda a otro" Mariano José de Larra.

***


Desperté en mi cama con un terrible dolor de cabeza, sentía el peso de un cuerpo en mi cintura, giré levemente y lo vi a Adam profundamente dormido y semidesnudo, un sentimiento de angustia derrocó mi ánimo e hizo que mi corazón palpitase rápidamente y mi mente trabaje aún más tratando de buscar una respuesta a tan reveladora escena en la que yo era la protagonista.

Buscaba en mi mente un lugar donde esté el recuerdo de la noche anterior, no podía recobrar los hechos de la noche anterior, lo peor se me cruzaba por mis pensamientos ¿acaso me acosté con Adam? No puede ser....no quería que él sea la persona con la que mi pureza haya sido atacada, no podía, la desesperación abordó mi persona y las lágrimas estaban por salir de mis ojos pero las retuve ya que noté que Adam estaba despertando.

―No creo lo que veo― dijo mostrando su bella sonrisa ―¿Como amaneciste hermosa? ―

―Bieee...bien― dije sin entender lo que sucedía, aun me costaba articular las palabas y explicar mi situación.

―No parece... ¿te sientes mal?

―No Adam...es solo que.... ―hablé sentándome encima de la cama sin despegar la mirada en Adam ―No sé qué pasó anoche― las lágrimas se asomaban a los lados de mis ojos.

―Bernadette....tranquila ¿si?, no sucedió nada cariño― acarició mi mejilla limpiando la lagrima que se asomó.

―¡¿Cómo sé que no mientes?! ― chillé desesperada

―Nena, no sé cómo lo puedes comprobar pero lo que sí quiero que hagas es que confíes en mí, se que no nos conocemos por mucho pero nunca te lastimaría ni me aprovecharía de ti sin tu consentimiento―

―¿Me lo juras?.

―Si― Adam me dio un gran abrazo y depositó un corto beso en mis labios para luego brindarme una sonrisa.

―¿Que pasó anoche?

―Nos besamos en la sala de música del instituto, luego fuimos a la fiesta en la casa de Baker y un imbécil te dio una bebida con un estupefaciente, golpeé a ese tipo, te traje a casa a la fuerza y dejé que durmieras, no quería que te quedes sola así que me tomé el atrevimiento de quedarme hasta que despiertes― acarició mi cabeza con su mano. ―No te hice nada malo Berni, créeme.

―Gracias Adam... ―traté de sonreírle y me quedé mirando sus ojos fijamente, sé que no mentía cuando me hacía aquellas confesiones de la noche pasada, más bien me cuidó cuando él no tenía ninguna confianza conmigo.

― ¿Te parece si vamos a desayunar?― propuso Adam

―Tengo un dolor fuerte en la cabeza, te lo agradezco mucho pero no quisiera salir de casa hoy―

―No hay problema entonces...podemos pedirlo a domicilio y comemos aquí si es que tú lo permites.

―Claro...seria genial― le brindé mi mejor sonrisa

Me duché rápidamente y salí en un short y una camiseta básica, busqué a Adam con la mirada y el seguía sentado en el sofá mientras charlaba con alguien en el teléfono. Me senté a su lado y besó mi mejilla aun con el móvil en la oreja.

―Nena te gusta la malteada o prefieres café?

―Café por favor―

Escuché el timbre sonar con desesperación, no tenía idea de quien podría ser, solo Celine era la única que me visitaba pero ella ahora mismo debe estar disfrutando su mañana en los brazos del conocido Morfeo. Me dirigí a la puerta muy sigilosa de quien podría ser, me asomé y abrí, me encontré con la persona que menos debía haber venido.

― ¿Qué haces aquí Harry?― dije con la voz nerviosa.

―Bernadette quiero que hable...

―Cariño te gustan los hotcakes?― vino Adam y me abrazó por la cintura frente a la vista directa de Harry. Pude ver su cara pasmada al ver a un tipo en mi casa a estas horas de la mañana y en prácticamente su versión interior de su ropa.

―Creo que vine en mal momento.

― ¿Otra vez tú?― preguntó Adam confundido y prendido en la llamada aún.

―Adiós amigo y.... ¡Felicidades! ― respondió Harry yéndose de mi casa.

―Adam tengo que hablar con él, espérame aquí...



Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora