CATORCE

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"Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida" Pablo Neruda


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Celine estaba claramente indignada por mi comportamiento, ella siempre velaba por mí, era una de sus tareas como una mejor amiga, sin embargo varias cosas en ella hacían que su maravillosa apariencia se fuera a pique, con esto no digo que sea una mala persona pero como todo ser humano, ella poseía aquellos defectos naturales y variables según cada ser.

Cuando Cel vio que todo en mí estaba listo -y como dios manda- decidió que ya era momento de irse, se despidió y me deseó suerte a pesar de que su razón le decía que todo esto era una mala idea.

Ya eran las 8h40 de la noche, me faltaba echarme un poco de perfume para irme, me admiraba el hecho de que Harry se esté tardando aunque sean cinco míseros minutos, él siempre fue tan puntual en todos nuestros encuentros y ahora está siendo todo lo contrario.

El reloj marcaba las 8h55 de la noche, me comenzaba a impacientar, odiaba esperar, por un momento sentí frío y decidí cambiarme las sandalias altas por unas botas de tacón alto, que aparte de ser bastantes incómodas era lo único apropiado para usar.

-9h00-

Dingggggg Donggggggg

Dinggggg Donggggggg

―¡Wow!― dijo Harry abriendo la boca ― Estas que ardes Berns― habló y mi sonrisa paró por su tan machista e insensible comentario


Estas que ardes Berns

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Estas que ardes Berns

Si yo estuviera en su posición estaría rogando perdón por mi tardanza pero vaya, Harry no es como yo y yo nunca seré como Harry.

― ¿Qué pasa bonita? ― acarició mi mejilla con su dedo pulgar

― ¿Por qué has llegado tarde? ― pregunté incómoda

―El idiota de Bart perdió las llaves del auto y mi teléfono a propósito, pero pude recuperar todo a tiempo.... bueno, casi a tiempo.

― ¡Ugh!, ya me lo imagino...disculpa por ser tan impaciente ¿sí?― dije colocando mis brazos alrededor de su cuello

― ¿De qué hablas? No tienes porqué― su mirada estaba fija en mí y el rozaba su frente con la mía.

―Te quiero―

―Te quiero― Harry plantó un corto y suave beso en mis labios, pude sentir su aliento a menta y cigarro ―Ya es hora de irnos cariño―

Fui por mi abrigo y acomodé bien mi vestido para que no se pudiese ver nada de más, me dirigí a la entrada de mi casa donde Harry se encontraba para luego pasar al auto que aunque no fuera un carro deportivo de lujo nos servía mucho para nuestras andanzas.

Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora