TRES

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 " It feels like nothing has changed, right now my heart is beating the same, out loud someone's calling my name, It sounds like you. When I close my eyes, all the stars align and you are by my side" Once in a lifetime, One Direction


¿Cómo se puede entablar una conversación con alguien a quien ni siquiera sabes cómo llamar? Ese era el místico muchacho, llenaba mis sentidos con tan solo dejar salir una palabra de su boca, su voz era muy parecida a cuando cantaba en las escalinatas del museo, hablaba en forma lenta, pacífica y con un acento indiscutiblemente británico ¿Será que migró hasta este lugar? Me urgía saber todo de él, quería conocer su nombre, donde vive, si está casado o si tiene novia.... Paré bruscamente en mis pensamientos para darme cuenta de que estábamos caminando lento y en profundo silencia, podía ver que estaba con la frente en alto, de mi lado derecho, yendo a no sé dónde.

Sentí que el silencio se tornaba cada vez más incómodo, no tenía ni idea cómo comenzar una conversión con él, la última palabra que dijo fue cuando aceptó dar una caminata conmigo, algo que por cierto, fue raro ya que se veía que era un hombre que no confiaba mucho en las personas.

― ¿Siempre eres tan callada?― Interrumpió el silencio

>>Vaya, este no son de los momentos en los que me place hablar<<

―No lo sé...habló solo lo que debo― el muchacho retiró la vista del horizonte para dirigirse hasta mí, observándome por unos segundos ― ¿Tengo...tengo algo?― toqué mis mejillas en busca de algo inusual. Él solo rio y siguió mirando hacia el frente

―Entonces si no eres la tan hablantina ¿Cómo piensas caerle bien a un desconocido?― tomó un respiro ―Aparte, me has invitado a dar una vuelta y he aceptado porque quizás me venía bien una charla con una chica, pero... si piensas que es mejor quedarnos callados como dos tontos es mejor que siga mi camino solo.

Miré a sus ojos inexpresivos y él me devolvió la mirada, es que no entendía su forma tan directa de ser, pude comprender que era un hombre el cual no tenía pelos en la lengua, si de esa forma me hablaba ahora podría ser que cuando lleguemos a tener más confianza me hablara de una peor manera, aunque, espera... nunca podría tener algún tipo de confianza con él, sería imposible.

―Para serte sincera, no sé qué decirte, quiero hablarte pero... no puedo― me paré de frente a él

―Me gustan las personas sinceras― rio en gesto de alabanza, por una vez más me quedé helada en su frente ―apuesto que ahora mismo no sabes qué decirme, no creo darle miedo a nadie, menos a ti― y es que no era cuestión de miedo, era un respeto humano que sentía por él, por alguna razón

―Creo que estás perdiendo el tiempo aquí conmigo―removí una hebra de cabello de mi rostro ―Lo siento mucho.

―Uhm, esta bien, nos vemos― acomodó su guitarra en su hombre y siguió en la dirección, mientras que yo fui a la contraria.

Seguí mi camino decepcionada de mi misma ¿Y es que acaso se me había olvidado cómo hacer amigos? ¡Qué estúpida que soy! Cuando empecé a odiarme a mí misma por lo que había sucedido, subí a un taxi, estaba exhausta de caminar siempre por las misma calles de San Francisco, mis piernas me dolían a horrores y la hinchazón debajo de la rodilla al parecer había empeorado, me quedé en Cole Valley, estaba a solo un vecindario de mi cuartito, quise ir a beber uno de los mejores cafés en la ciudad.

Me acerqué a la señora mayor que hacía las cobranzas, más conocida como la Señora Julie, era adorable y cuando estaba de buen humor me daba la compra gratis, la consideraba otra madre, recalcando que tendría no menos de edad que mi madre biológica, quizás si las personas fueran como esta mujer todas las cafeterías del mundo tendrían el éxito que este Café tiene.

Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora