TREINTA Y CINCO

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  "Puedo escribir los versos mas tristes esta noche. Yo la quise, y a veces ella también me quiso" Pablo Neruda  



Harry me miró con el ceño fruncido, dándome a entender de que estaba confundido.

― Papá...... ―accedí a interceder para que esto no llegue a descontentos.

― No Bee, esto es muy importante, es tu primer novio.

― No es necesario.

―Sí, lo es ―mi padre se acomodó en su asiento ― Ya saben chicos que cuando uno es joven es muy impulsivo y tiende a cometer estupideces...

― Señor Williams, sé a qué se refiere y también pudo descifrar a qué va su discurso pero Berns y yo no mantenemos relaciones sexuales, ambos hemos decidido que lo haremos en un futuro si es que llegamos a casarnos ―tragó saliva― Señor, yo la amo y no soy capaz de hacerle daño ―intervino Harry interrumpiendo respetuosamente "la charla" de mi progenitor.

Mi corazón palpitó aún más cuando Harry mencionó un posible y futuro casamiento, nunca pensé ni mucho peor me imaginé que tales palabras saldrían de su boca. Mi padre se quedó admirado al escuchar las palabras de Harry, no siempre aprecias a alguien tan joven diciendo tales confesiones a una edad en la cual se reconoce aquel acto como algo natural. Comúnmente los muchachos mayores de dieciocho ya han tenido encuentro intimos con sus parejas. En nuestro caso era distinto.

― ¿Y cómo mantendrán su relación cuando Bee vuelva a la universidad en el invierno? ―mi madre siempre haciendo preguntas difíciles de responder.

― ¿No estudian juntos? ―mi padre se cuestionó.

― Padre...Harry ya acabó la universidad ―dije temerosa a su reacción.

― ¿Qué estudiaste Harry? ―

¡Esta gente, Dios!

Estaba rogando a los cielos para que esto pare, mis padres estaban siendo muy entrometidos en la vida de Harry lo cual me sorprende de parte de ellos ya que siempre se han mostrado a favor en cuanto a relaciones amorosas se trata.

― Tengo una Licenciatura en Literatura.

― ¡Fantástico! ¿Y trabajas de eso?

― ¡Papá ya basta! ―advertí por lo bajo, ya había superado el nivel límite de la imprudencia.

― No ―respondió Harry cabizbajo

―Entonces ¿Qué haces para ganarte la vida?

―Soy músico.

― ¡Vaya! Eres una caja de sorpresas muchacho ¿Y grabas, produces?

Miré a Papá y luego a mamá rogando que ya paren con el interrogatorio. Ambos hcieron caso omiso a mis llamados.

― No señor, soy un artista independiente ―respondió avergonzado.

Ahora me imagino como debe sentirse Harry, es un trabajo honrado pero aún no conozco esa parte de él, ni por qué decidió llevar ese estilo de vida, me siento culpable y avergonzada, en mi alma se producía una rabia poderosa hacia mis padres quienes ni siquiera disimulaban su imprudencia e indiscreción.

― Harry... ¿Sabes que Bernadette va a la universidad y su futuro va en una dirección totalmente contraria a la tuya? ¿Llevando esa vida crees que podrías darle lo que merece? ―mi madre intervino para rematar, pude ver los ojos de Harry cristalizados y su cara roja de vergüenza.

Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora