SEGUNDA PARTE: TRES

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(Multimedia: La correspondencia de Bernadette)


Había amanecido y no pude pegar un ojo en todo la noche, hoy mi madre tendrá que irse ya de Chicago y estar en Santa Clara lo más rápido posible por cuestiones de su tienda de artículos orgánicos. Estábamos ya en el aeropuerto despidiendo a mi madre Celine y yo.

Ella alzaba el brazo en señal despedida mientras que nosotras le regalábamos nuestra más grande sonrisa, pronto yo volvería a California de igual manera por lo que mi madre se fue más que contenta.

―Hay algo que había olvidado decirte Berni ―dijo Celine mientras caminábamos hacia el auto.

― Dilo ahora ―respondí con impaciencia y en un momento llegué a pensar que se trataba sobre algo de Harry y lo ocurrido la noche anterior.

― Hace unos días llamó mi abuela, a la que le rentabas el apartamento en San Francisco, ha dicho que desde que te fuiste dejaste el buzón de mensajería lleno y lo ha revisado ―hizo una pausa tratando de causar más suspenso en mí del que ya se había generado desde que la conversación empezó―. Ha encontrado una caja, no muy grande y que como título dice Confidencial de una tal Julie Sandford, está muy viejo el cartón según dice mi abuela, pero no lo ha abierto aún ― una nube de desconcierto llegó a mi mente, bloqueándola de todo suceso externo, había olvidado el recado que me había dejado Julie, mi amiga, aquella que consideraba mi segunda madre. ¡Como he podido ser tan ingrata!

― ¿Aún lo tiene? ―pregunté.

― Sí, me ha pedido que te pregunte si deseas que te lo envié hasta acá.

― Dile que lo haga lo más rápido posible, necesito verlo.

En el camino a casa me había estado preguntaba qué tendría aquella caja y por qué era tan importante para Julie que la viese, al menos yo, era su amiga, no creí que fuese así de importante, ella me consideraba otra hija pero nunca me atreví a imaginarme esta situación en la que al parecer me ha dejado una encomienda que debo realizar.

Algunos días habían pasado desde que me llegó aquella nota a mi velador de la habitación, habían estado dejando flores fuera de mi casa junto con una cajetilla de cigarros todos los días, me extrañaba pensar quien fuese, no sé si se trate de Harry propiamente, él nunca se tomaría la molestia, jamás vino a buscarme como debió cuando me lo prometió, jamás intento hacer algo para volver acercarse a mí, sus promesas fueron incumplidas una vez más y aunque el corazón me clamaba que fuese yo quien vaya a su busca, mi razón no paraba de advertirme de que saldré nuevamente herida si así hubiese sido. Es por eso que creo que alguien puede estar jugando una broma conmigo, tal vez Celine o el propio Klauss, quien sabía a ciencia cierta sobre toda mi historia con Harry. No era algo de mal gusto encontrar un ramo fuera de casa y una cajetilla, ya no tendré que comprar más durante la semana. En cuento a mi costumbre de fumar, pues no lo he dejado de hacer desde que salí de California, es de las pocas cosas que me han quedado de Harry, él nunca me exigió que lo haga, yo aprendí a hacerlo por mi cuenta porque siempre sentí curiosidad y pues esta mató al gato.

El timbre de mi casa sonó mientras yo estaba haciendo un poco de limpieza en la cocina, un hombre con uniforme tenía un encargo entre sus manos, era el mensajero quien venía como parte de su trabajo. Me entregó la caja y salí disparada hacia el sillón para abrirlo, esta sería la caja que Julie había encomendado para mí, dentro del viejo material blanco había una caja más pequeña que estaba contenido por un dispositivo de almacenamiento y una instrucción que decía Revisa el dispositivo. Corriendo fui hacia mi portátil, rápidamente la prendí e inserté la memoria, dentro estaba un video el cual di click para empezar reproducirlo. En el video estaba Julie, algo avejentada, con los ojos rodeados de espesas ojeras y la piel ya curtida.

Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora