C U A T R O

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 " Throw your heart to me, let it fall and hit the ground, let it go. Your timing was so wrong and I just want to be found" Eyes Shut, Years&Years  


Al pronunciar mis palabras ni yo misma creía lo que estaba diciendo, era muy irresponsable de mi parte dejar quedarse a dormir a un completo desconocido. En Estados Unidos es muy común ver a asesinos seriales buscando presas fáciles aunque, en este caso Harry no me había buscado, yo lo busqué a él; sin embargo creía firmemente que era una idea disparatada pero como ya todo estaba hecho y propuesto no tenía vuelta atrás.

Su rostro se tornó algo pensante al instante en que dejé de hablar, dudó un poco y tocó su nuca con la mano en expresión de vacilación.

―Creo que no me queda más opción― musitó Harry.

Sonreí de labios en cuanto aceptó mi propuesta, no puedo captar la idea de que mi amor platónico de dos días se quedaría a dormir, podría escuchar su respiración, su ronquidos, el chillido de la cama al moverse, el roes con las sábanas, todo estaba siendo muy surreal hasta ahora.

>>Mamá, lo siento<<

Era la primera vez que dejaba dormir a un hombre en mi cuartucho, ni siquiera mis amigas se quedaban aquí, siempre el lugar fue pequeño y nunca llegué a tener tal confianza con un muchacho como para llegar a una intimidad. Con Harry era más que obvió que no había ningún tipo de atracción o intimidad, sólo que este era una caso especial, era como una de esas bienaventuranzas que hablan sobre la ayuda al necesitado; Harry estaba necesitado de un lugar donde pasar la noche y yo le brindé posada.

―Dormirás en mi cama, es muy abrigada y cómoda, por la mañana despertarás como un oso bien descansado― dije mientras arreglaba mi cama.

―Bernadette....escucha― Harry me agarró suavemente del brazo ―agradezco que quieras ayudarme pero me conformo con unas mantas, puedo dormir en el sillón o si no te gusta, puedo dormir en el suelo... Tu mereces dormir bien, seguramente tienes quehaceres para mañana.

¡CLARO...QUE NO!

―No, de ninguna manera― me safé de su agarre ―tu eres mi invitado y no voy a hacer que te la pases mal― coloqué mis brazos en mi caderas.

Harry no quiso seguir insistiendo lo cual para mí fue perfecto porque me fastidia la gente insistente, me sentía bien atendiendo al ahora mi nuevo invitado, una experiencia nueva sin duda, pero reconfortante también.

Observé cómo se quitaba sus botas cafés y su abrigo negro, quedó en calcetines, sus jeans y camiseta, brincó en la cama y se hundió debajo de los edredones. Reflejaba la imagen de niño que toda persona es digna de tener; no sentía el deber de cuidarlo sino más bien de servirle, de ayudarle en lo que más pueda y sea posible.

Cansada del día y parte de la noche, fui a desarmar el sillón-cama que tenía frente a la pantalla del televisor, también era muy cómodo pero hubiera preferido mi cama; mientras veía a Harry cerrando los ojos todo tipo de arrepentimiento o duda se disipaba. Se estaba convirtiendo en una adicción, su rostro y su ser en la totalidad era todo lo que necesitaba.

Removí el mueble de su lugar con dificultad, desvié mi mirada y sentí una fuerza apoyarse en mi cintura, agarrándome y tirándome a un lado.

―Déjame ayudarte― Harry suspiró en mi oído con su ronca y piano voz.

―Hey, en serio, estoy bien... ― él hizo caso omiso a mis explicaciones y siguió armando el mueble, a él le fue muy sencillo ―Tienes práctica ¿eh?.

―Duermo en una de estas todos los días, es algo habitual.

― ¿Duermes en un sillón-cama en la casa de tu amigo?― mi curiosidad rebosaba por el suelo.

―Somos compañeros de cuarto, nos turnamos la cama por mes.

>>Es gay, lo que me faltaba<<

>>Tengo que confirmarlo<<

―Por si acaso.... ¿eres gay?― pregunté sin vacilar haciendo que Harry se pare de tope y un movimiento fallido tropezó con el mueble dejándose caer encima de mi cuerpo, ambos en el suelo, Harry con los ojos llenos de confusión y los míos irradiando inocencia.

El cuerpo grande de Harry se depositaba en mí, su mirada clavada en mi ser tallaba emociones encontradas, no sentía vergüenza de que me mirara a los ojos, más bien podía captar que ese quizás era mi lugar

Ahí con él.

Repasando los últimos hechos en mi mente, encuentro que me estoy convirtiendo en una persona diferente, primero me pierdo en un museo, persigo a un músico ambulante, voy a un bar en media noche y dejo dormir a un desconocido en mi casa que por cierto era el mismo músico. Obviamente no ha sido nada del otro mundo, sin embargo no es algo que hubiera hecho un mes antes.

-No soy gay― susurró contra mi rostro, aún nos encontrábamos echados en el suelo ―si quieres te lo puedo demostrar― acto seguido rosó sus labios rosados contra mi nariz bajando hacia las comisuras de mis labios en un rose casi no palpable, mientras tanto yo sentía su delicado tacto por lo que por impulso cerré mis ojos admirando su acción.

Sentía su aliento contra mí, el olor a cerveza mezclado con cigarro inundaban mis sentidos haciendo que me pierda más en él.

Un brazo se posicionaba en mi mejilla, dándole suaves y frías caricias, su aliento de pronto paró, abrí los ojos y mordía su labio inferior con una mirada mística, llena de pecado.

>>He cometido un grave error<<


Cuarto capitulo

Si leen, comenten y voten porfavor, me harian muy feliz :) :)

-Ana xx


Cigarette Daydreams (H.S) © EspañolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora