CAPITULO 32 PART.2

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—Una mentira. El tratado no dice  nada de eso, nada. Ustedes los humanos puedes matar a tantos inmortales inocentes como queráis y no hay consecuencias.

Tú mataste a Nie Minghue, enviado por Lan Xichen. A él le tocaba el sacrificio ese día. —Nie Minghue buscaba una cura, le había dicho Lan Xichen. No un ungüento mágico…, sino una cura para salvar a Gussu de Sha Hualing , una cura para la maldición.

El lobo… Nie Minghue me había mirado cuando lo maté, eso era lo único que había hecho. Me había dejado matarlo porque eso desataría esta cadena de hechos, lo había matado para que Xichen tuviera una oportunidad de romper el hechizo. Y si Lan Xichen había enviado a Minghue al otro lado del muro con plena conciencia de que muy posiblemente lo estaba mandando a la muerte… Ah, Xichen…

Mian Mian se agachó a recoger del suelo un cuchillo para la manteca retorcido y doblado, y enderezó la hoja con cuidado.

—Fue una broma, una broma cruel, un castigo inteligente de Sha Hualing .

Nosotros, los humanos, odia y temé tanto a los inmortales que sería imposible que el mismo chico que hubiera matado a un inmortal a sangre fría se enamorase de otro. Pero el hechizo de Xichen solo se rompería si el hacía eso antes de que terminaran los cuarenta y nueve años…, si ese chico le decía en la cara a Lan Xichen que lo amaba y si mientras lo decía lo sentía con todo el corazón. Sha Hualing  sabe que los humanos están preocupados por la belleza, y por lo tanto nos impuso llevar máscaras en la cara, también él, para que fuera más difícil encontrar a un chico dispuesto a mirar más allá de la máscara, más allá de la naturaleza de los inmortales, y llegar al alma. Después nos hechizó para que no pudiéramos decir nada sobre la maldición. Ni una palabra. Apenas si podíamos decirte alguna que otra palabra sobre nuestro mundo, nuestro destino. Lan Xichen no podía contarte nada…, nadie podía. Las mentiras sobre la plaga fueron lo que se nos ocurrió, lo mejor que se nos pasó por la cabeza. Que yo pueda explicártelo ahora significa que para ella el juego ha terminado.

Guardó el cuchillo.

—Desde que ella lo maldijo, Xichen envió todos los días a uno de sus hombres al otro lado del muro. A los bosques, a las granjas, todos bajo la apariencia de lobos para hacer que fuera más fácil que alguno de tu especie quisiera matarlos. Cuando volvían, hablaban de muchachos como muchachas humanos que salían corriendo o gritaban y rogaban por sus vidas, que ni siquiera levantaban una mano. Cuando no volvían…, el lazo que los unía con Lan Xichen como lord y señor le decía que los habían matado otros: cazadores humanos, mujeres viejas, tal vez. Durante dos años envió a uno día tras día, y tuvo que elegirlos personalmente. Cuando quedaban solo una docena, se sintió tan abatido que dejó de hacerlo. Abandonó. Y desde entonces permaneció aquí, defendiendo sus fronteras mientras el caos y el desorden reinaban en las otras cortes del reino dominadas por Sha Hualing .

Los otros altos lores también pelearon. Hace cuarenta años, ejecutó a tres de ellos y a la mayor parte de sus familias por haberse confabulado contra ella.

—¿Una rebelión abierta? ¿Qué cortes? —Me enderecé y di un paso para alejarme de la pared. Tal vez encontrara aliados, alguien que me ayudara a salvar a Lan Xichen.

—La Corte Día, la Corte Verano y la Corte Invierno. Y no…, ni siquiera se puede considerar como una rebelión abierta; no llegó a tanto. Ella usó los poderes de los altos lores para atarlos a la tierra. Así los lores rebeldes trataron de pedir ayuda a los otros territorios fae usando como mensajeros a los humanos que eran lo bastante tontos como para entrar en nuestras tierras…, sobre todo jóvenes mujeres que nos adoraban como si fuéramos dioses.

Los hijos de los benditos. Sí que habían cruzado el muro…, pero no para ser novias. Estaba demasiado abatido por lo que oía para sentir lástima por ellos, enfurecerme por ellos.

A TRAVÉS DE LA MONTAÑA-ADAPTACION/COMPLETÁ [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora