Capítulo 8: Guerra de pasteles

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El timbre del penthouse suena, interrumpiendo la pequeña discusión. Nadie despega el culo del sillón para abrir y opté por levantarme yo misma a abrir la puerta.

En el momento en que veo la figura de Jack parada, le cierro la puerta en la cara y me siento en el sillón como si nada.

—¿Quién era? —pregunta Hiccup.

—Un grupo de niñas exploradoras. —miento, nerviosa.

—Niñas exploradoras en uno de los edificios más adinerados de la ciudad. —se burla Punzie con la mirada fija en la televisión— Tiene sentido.

—Tal vez han venido por ti. —la ataco.

Siento que el sillón se hunde a un lado de mi, y sé que no se trata de mi hermano ni de Rapunzel, ya que ellos se habían sentado en uno más lejos del mío. Volteo a mi izquierda y me encuentro con la mirada de Jack fija en el reality que se reproducía en la televisión, atacando una bolsa de papas fritas.

Abro los ojos como platos. Parece darse cuenta de mi mirada clavada en él, ya que voltea a verme con el ceño fruncido.

—¿Qué quieres? —me pregunta.

—¿Cómo carajos has entrado? —le pregunto, alarmada.

—Por la puerta.

—¡Recién de la cerré en la cara!

—Sí, mi nariz morada y yo te lo agradecemos mucho. —se burla un poco.

—Por fin llegas. —Punzie se sienta a su lado, pero manteniendo su distancia conmigo. —¿Has traído la pizza?

—Alto. —interrumpo— ¿Cómo es que entraste si...?

Jack saca de su bolsillo una llave pequeña y al observarla mejor, noto que es la llave del penthouse.

—¡No puedo creerlo! —grito y volteo a ver a mi hermano— ¿Le has dado las llaves de este departamento sin el permiso de mis padres?

—Papá y mamá lo han autorizado, prácticamente lo quieren como a un hijo más.

—¡Así que no es suficiente con una Frost! ¡Ahora debes invitar a toda la tribu!

Hiccup se acerca a mi y me revuelve el cabello, jugando un poco.

—No te enfades, solo pasaremos un poco más de tiempo juntos. —me susurra Jack y su aliento calienta mi oído.

—Te desfiguro el rostro antes de que pase eso. —me defiendo pero su brazo pasa por mis hombros, como solía hacer cuando éramos novios.

—¿A que no somos los mejores ex del mundo? — les pregunta a Hiccup y a Punzie.

Mi ex mejor amiga se encoge en su lugar de mala gana y mi hermano asiente con la cabeza como idiota.

—Esto es el puto colmo. —me separo de Jack y me levanto del sillón.

—Esa boquita...

—¡El puto colmo! —les grito a todos. —Me largo de aquí.

—¿A dónde iras?

—Tengo una sesión de fotos en quince minutos. Creo que la temática tendrá que ver con los pasteles y todo ese rollo...

—¡Me traes uno de chocolate! —grita Hiccup con la boca llena de gomitas.

Me dirijo a la puerta mientras rebusco las llaves en mi bolso, pero una segunda sombra aparece detrás de mi. Volteo y me encuentro con Punzie, siguiéndome.

—¿Se te ha perdido algo? ¿O sigues con la idea de que estamos amarradas por una cadena? —le pregunto, sarcástica.

—Quisiera mantenerme a veinte metros de ti, pero desafortunadamente, tenemos la misma sesión de fotos —aclara— Juntas.

Nuestra Tregua Romántica | Jelsa (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora