Capítulo 21: El reclamo

51 5 0
                                    

ELSA

¿Así que nadie de esta clase ha hecho la tarea que les pedí? —la maestra se cruza de brazos.

—Yo... yo sí la hice. —tartamudea Marinette.

—Salvo Marinette, claro. —sonríe la maestra.

Me giré hacia el lugar de Punzie para susurrarle algo.

—Seguro usó el traductor para todas las respuestas. Con eso de que su apellido es chino... —reí un poco y Punzie niega con la cabeza.

—Creo que Elsa quiere decir algo, maestra. —dice Anna, levantando la mano.

—¿Algo que quieras compartir con la clase, Elsa? —me pregunta la maestra.

—¿Compartir? —frunzo el ceño— Pues mi almuerzo solo alcanza para mi, a menos que dividamos la manzana en veinte partes.

Varios del salón empiezan a reír y la maestra puso los ojos en blanco. Anna repiquetea su pluma sobre la mesa varias veces, molesta.

—Debido a que nadie ha hecho la tarea, les aplicaré un examen oral. —dice la maestra y empieza la bulla por parte de todos— ¡Silencio!

Astrid bosteza tanto que se le puede ver el chicle que masticaba. Arrugo la nariz y me concentro en la profesora.

—Quien conteste primero, ganará puntos extra al final del semestre. —continúa.

—Yo no sé nada. —Punzie se recuesta en su brazo y hace un esfuerzo por dormir.

—¿La palabra bastante es un...?

Levanto la mano para tener la palabra y respondo.

—Adverbio.

—¡Bien! —la maestra da pequeños aplausos— Orgullosa de que seas una de mis mejores alumnas, Elsa.

Me planto en mi lugar, orgullosa. Marinette me sonríe para darme ánimos y yo la ignoro.

—¿Cuál es el pasado de fallecer en primera persona?

Levanto la mano pero desgraciadamente, Marinette la levantó antes.

—Yo fallecí. —responde Marinette.

—Ojalá. —murmuré sin que nadie me escuche.

—¡Correcto! ¡Y esperemos que nunca pase eso! —ríe la profesora— Díganme un adverbio de cantidad.

Levanto la mano antes de que Marinette pueda hacerlo y le lanzo una mirada de superioridad.

—Mucho. —respondo.

—¡Correcto! Ahora díganme... —la profesora de sorprende al ver que Marinette y yo tenemos la mano levantada— Algun adjetivo calif...

—¡Grande! —respondí.

—¡Amarillo! —responde Marinette, sin apartar la vista de mi.

—Odio ese color. —le solté.

—Otros ejemplos podrían ser gorda o fea. —continúa— O presumida y egocéntrica.

—¿Seguimos hablando de adjetivos calificativos? ¿O nos estás contando más sobre ti? —le pregunto.

—Creo que está hablando de ti. —me susurra Anna a mis espaldas y yo entorno los ojos.

—¿Tu crees? —la encaro— No lo sabía, pero gracias por avisar.

—Podemos hacer el examen oral algún otro día o...

—¿Quieres una oración traducida al español latino? —le pregunto a Marinette— No tienes posibilidades con Jack Frost. Una buena oración, ¿Huh?

Nuestra Tregua Romántica | Jelsa (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora