ELSA
No sé en qué momento había llegado, solo pude ver cómo Jack se pasaba una mano por su rostro para limpiar aquel desastre. Hiccup a su lado, suelta una fuerte carcajada.
—Tienes una manera muy extraña de darme la bienvenida, ¿lo sabías? —me pregunta, una vez me acerqué a él.
Mire a mi alrededor y no vi a Punzie. Seguramente, entró al camerino antes de que hayan llegado los chicos.
—Siempre quisiste que fuese dulce contigo —le respondí— Esta es mi manera de serlo.
—Con dulce, no me refería a esta clase de azúcar.
Intento no reír cuando la encargada de la iluminación, lo enfoca, haciéndolo ver aún más tarado de lo que se ve.
—Pues no me arrepiento ni un poco. —me cruzo de brazos y el parece retarme con la mirada.
—Fue un accidente, ¿de acuerdo? —se mete Hiccup— Fue lo más épico que jamás había visto, pero no fue con mala intención.
—No la justifiques. —lo regaña Jack.
Me hace gracia verlo tan enojado, así que paso mi dedo por su rostro para agarrar un poco de la crema pastelera, y lo llevo a mi boca, saboreándolo por completo. Él observa cada uno de mis movimientos y se muerde el labio inferior por inercia.
¿Qué es lo que estás pensando en estos momentos, Jack Frost?
—¿Te pasa algo? —pregunté, inocentemente.
No me contestó, al contrario, me tomó por sorpresa cuando pasó su pulgar por la comisura de mis labios, me quitó un poco de crema pastelera y se metió el pulgar a la boca, saboreando mis sobras.
Mi hermano se quedó congelado en su lugar y yo quedé perpleja. Punzie sale por el camerino secándose el cabello húmedo con una toalla. Al parecer unos estilistas le habían enjuagado la crema que tenía embarrada. Me mira burlona, muy fresca, mientras yo aún seguía sucia.
—¡¿Qué fue lo qué pasó!? —me asusto cuando un fotógrafo grita.
—Una pequeña guerra de pasteles. —sonreí como si nada pasara.
—Estoy seguro de que harán historia. —murmuró Hiccup.
—¡Esto es...! ¡No es...! —el fotógrafo estaba rojo— ¡No es posible que quieran emprender una carrera de modelaje cuando ni siquiera pueden pararse a sostener un pastelillo y sonreír a la cámara!
—Como si fuera tan fácil. —me atreví a decir.
—Hasta yo podría hacerlo. —dice Jack.
—Mira, tu cállate. —le interrumpo— Que ni siquiera serías capaz de sostenerte en un par de tacones.
—¿Otra vez dudando de mi capacidad?
—Dudaré hasta que vea hechos.
—Ridícula.
—¡Patán! —me defiendo.
—Te odio.
—Yo te odio más.
—Eres una pesada de mierda.
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Nuestra Tregua Romántica | Jelsa (Libro 2)
RomansaSEGUNDO LIBRO | NUESTROS CAMINOS La manipulación es la clave para que Jack conozca a una chica totalmente diferente a su ex novia, tan llena de buenos sentimientos y siempre contagiando su felicidad a los demás. Cualquier chica hubiese estado feliz...