Capítulo 30: El baile de graduación

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ELSA

No he podido sacar de mi mente la mirada de Jack cuando bajé las escaleras. Es como si aquel brillo de sus ojos, hubiese vuelto al verme en este vestido.

—Tierra llamando a Elsa. —escucho a Aladdin decir a mi lado.

—¿Eh?

—No estabas escuchando nada de lo que te dije, ¿verdad?

—Obvio que sí. Hasta podría hacerte un resumen...

—A ver. Te escucho.

—Dije que podría, no que lo haría. —digo y el empieza a reír.

—¿Quieres bailar o...?

—Lo siento, maestro del esgrima —se interpone Hiccup y me toma de la mano— Pero ya me tiene a mi.

Recomendación: Poner la canción que está arriba para sentir una mejor experiencia al momento de leer.

Hiccup me jala hacia el centro de la pista de baile. Todo estaba perfecto. Los contrastes de dorado con negro, hacían una combinación preciosa. Las chicas lucían vestidos largos y los hombres iban de traje. La música sonaba por los altavoces a todo volumen. Había un area donde los maestros platicaban, y otros hasta bailaban con los alumnos.

Hiccup me da una vuelta desprevenida que casi me hace caer. Puedo ver a Jack bailando con Punzie. Están saltando como locos, cantando Where Them Girls At a todo volumen. Marinette esperaba su turno para bailar con él a un lado de la pista.

Empiezo a saltar al ritmo de la canción con mi hermano, y sin pensarlo ya estamos bailando junto con Jack y Punzie, como en los viejos tiempos. Los demás de habían hecho a un lado para darnos más espacio. Volvimos a ser el círculo popular más poderoso del Instituto.

Estoy empezando a sudar, pero no me importa. Solo quiero vivir el momento.

* * *

—Ser coronada como la reina del baile, trae sus consecuencias, ¿sabes? —le pregunto a una de las candidatas del baile para asustarla.

—Yo lo veo como algo increíble.

—Todo lo increíble, incluye riesgos. —me acerco— Escuché por ahí que la tiara que te ponen, te podría provocar ronchas en la cabeza.

—¿Es en serio? —se agarra su cabeza, alarmada.

—Oye, no es que quiera asustarte ni nada. Solo no quiero que vayas por ahí con una calva al aire.

—¡No quiero perder mi cabello por una tiara! —se horroriza.

—Yo que tú le dejaba el puesto de reina a alguien que si lo merezca...

—¿Tu quieres ser reina?

—Voy a serlo, chica.

—Bien. Tienes mi voto, tienes mi lugar, pero no pienso postularme para eso. —se rehusa y se aleja de mi.

Formo una sonrisa malévola y estoy dispuesta a encontrar a mi siguiente víctima, pero Aladdin me toma suavemente del brazo.

—No quiero meterme, pero creo que estas exagerando. —me dice.

—Pues te tengo noticias. Estás metiéndote.

—Elsa...

Nuestra Tregua Romántica | Jelsa (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora