Nuestra Tregua Romántica | Jelsa (Libro 2)

Capítulo 45: El baile de máscaras

ELSA

—¡Tenemos que encontrarle a Jack la pareja perfecta! —le digo a Lucy, apuntado unas cosas en mi libreta.— Ya casi es la hora del baile, y no llevamos prácticamente nada.

—He investigado durante estas horas a varias chicas que pueden ser buenas opciones. —responde Lucy.

Empieza a teclear algo en mi computadora y me pasa unas hojas.

—¿Qué es esto?

—Los perfiles.

Les doy una hojeada y me empiezo a estresar al darme cuenta que ninguna me convence.

—¡Todas lucen iguales! ¡Mismo corte! ¡Mismos labios! —dejo las hojas en la mesa— ¡Hay una que hasta tiene bigote! ¿De donde las sacaste?

—De Facebook, pero creo que en sus fotos de perfil tenían filtros.

—Ninguna está a la altura de Jack. Tiene que ser exactamente su tipo.

La señora Frost llega con una taza de café, y se detiene en seco al ver varias hojas regadas por la mesa y a Lucy tecleando en mi computadora. Sonríe un poco y se talla la sien.

—Elsa. —me llama.

—¿Sí?

—¿Puedo saber qué están haciendo?

—Señora Frost, créame que me encantaría explicarle, pero sería una pérdida de tiempo para lo que debo hacer.

—¿Y que debes hacer?

—Buscar la chica perfecta para su hijo. —le explico— Hicimos una apuesta. El elegirá mi pareja para el baile y yo elegiré la suya, ¡y necesito que a él le guste la suya para que yo gane la apuesta!

—Ay, Dios mío. —suspira— Cada vez que me encuentro a Jack o a ti por la casa, están tramando algo para afectar al otro.

—Es divertido, ¿cierto? —sonríe Lucy.

—¡Tu sigue tecleando! —le ordeno.

—¿Quieres un consejo? —me susurra la señora Frost— Busca a una chica inteligente, pero no aburrida. Dura, pero femenina. Atractiva, pero que no llame demasiado la atención. Que tenga carácter, pero que también lo dejé a él dominar en la relación. Si cumples con todo ello, vas a tener a la cita perfecta.

—Inteligente... dura... perfecto. —termino de apuntar.— Igual le gustan blancas, de ojos azules.

—Pero señorita Elsa, esa es usted... —murmura Lucy.

—¡No! ¡Esa chica está en algún lugar del mundo y más te vale encontrarla!

—Con tal de no limpiar los zapatos del joven Jack, moveré cielo y tierra para dar con la chica perfecta.

La señora Frost se me queda viendo un largo rato, y no puedo evitar arrugar la frente.

—¿Sucede algo? —pregunto.

—La descripción de la chica perfecta para Jack, concuerda con la tuya. —dice— Solo digo que deberías buscar mejor, ¿sabes a lo que me refiero?

Me quedo pensando un momento y sonrío con picardía.

—La entiendo perfectamente, señora Frost. —asiento— Muchas gracias por ayudarme.

La señora Frost se retira de la sala y le chasqueo los dedos a Lucy.

—Lucy, vamos a dar un pequeño giro de trescientos sesenta grados. —le digo— Busca a todas las chicas de ojos azules y cabello blanco que encuentres en Facebook. Mientras más pronto, mejor.