Capítulo 43: La recaída

116 8 4
                                        

PUNZIE

Dejé que Elsa y Jack fueran a la mansión para acusar a Anna y mostrar la evidencia a nuestros padres. Elsa me ha mandado mensaje para enterarme de todo. Siento que me han quitado un peso de encima cuando me avisaron que han corrido a Anna del desfile por lo que me hizo.

Una cosa es que se lleve mal con Elsa porque le tenga envidia, ¿pero por qué se mete conmigo?

Empiezo a reír desde mi lugar cuando veo que le pasan a Hiccup un micrófono y le piden que cante una canción. Admito que me gustaría escucharlo cantar. Nunca lo ha hecho frente a mi.

Hiccup recibe el micrófono, forzando una sonrisa.

—Puedes elegir la canción que quieras. —lo anima el señor de negro.

Hiccup parece buscar a alguien con la mirada y nuestros ojos se cruzan. El me sonríe y me guiña un ojo.

—La de Let me love you de Justin Bieber. —me señala con un dedo— Esta va para ti, Barbie Frost.

Recomendación: Poner la canción que está arriba para sentir una mejor experiencia al momento de leer.

Oh, por Dios.

Creí que estaba bromeando, pero cuando ponen la canción de fondo a todo volumen e Hiccup empieza a cantar, me doy cuenta que esto es real.

La gente anima el ambiente, bailando en sus lugares. Las modelos a mi alrededor empiezan a darme leves codazos para hacerme sonrojar.

La verdad es que Hiccup canta divino para ser tan sarcástico y tierno. Siento que la voz que le sale al cantar, lo hace ver más sexy de lo que ya es. No me molesta que las demás lo miren, pues sé que el solo tiene ojos para mi.

Empiezo a bailar en mi lugar y me distraigo un poco cuando Astrid y Valentina bailan conmigo a mi alrededor. Las demás bailan con dificultan, pues llevan tacones altísimos.

—Espera, espera. —la cara de Astrid expresa horror.

—¡Disfruta la música, Astrid! —no la dejo que pare de bailar pero ella me toma de los hombros y me detiene.

—¡Le están dando alcohol a Hiccup!

Me gira ma cara hacia mi novio. Los hombres le están ofreciendo tragos. Hiccup se ve presionado y abrumado, pero en el momento en que acepta uno y se lo inclina todo, siento que me desmayo en mi lugar.

—¡Hiccup! ¡No! —grito, pero no me escucha.

Astrid se pone frente a mi para calmarme, pero dejo de escucharla en el momento en que veo el rostro de mi novio. Parece como si su espíritu hubiese vuelto a su cuerpo después de años sin tomar una gota de alcohol. Le arrebata una botella de vino a un chico y empieza a tomarla por tragos, bailando.

Los demás sueltan ovaciones para que Hiccup beba más. Me quedo observando la escena con tristeza, sintiendo mis ojos nublarse. Hiccup desvía su mirada y se enfoca en mi. Empujo a las demás y salgo corriendo por la salida de emergencia.

No sé si he hecho bien o mal en irme, pero no puedo ver a Hiccup meterse de nuevo en el mundo en el que tanto trabajó le costó salir. Simplemente no.

Miro por encima de mi hombro. Hiccup quiso alcanzarme pero se ha tenido que sostener del barandal porque ya está empezando a marearse.

* * *

ELSA

Los Snow se marcharon a un hotel sin renegar porque saben que Anna ha hecho mal en provocar el accidente de Punzie. Es sábado por la noche, y a pesar de que tengo la opción de irme al desfile, he decidido desviar mi camino hacia el espectáculo de lámparas flotantes.

Nuestra Tregua Romántica | Jelsa (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora