Capítulo 41: El desfile de modas

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NARRA LA AUTORA

Ha llegado el día del desfile. La razón por la cual todos viajaron hasta los Hamptons. Toda la tarde, los organizadores de la Semana de la moda de la pasaron decorando el ambiente. Unos barrieron la pasarela, otros se encargaron de la iluminación, otros del sonido, otros del vestuario, y así sucesivamente.

Ha oscurecido, y los paparazzi disparan flashes con sus cámaras a todos lados. La música electrónica suena en lo que las modelos salen a lucir sus vestidos. Elsa, Punzie y Anna batallan con el maquillaje y cuidan que sus vestuarios no se ensucien. Astrid checa que todo esté en orden, dejando a Valentina en el público. Las familias de las chicas se encuentran en los asientos de hasta adelante para poder verlas mejor.

Mientras tanto, en la mansión, Hiccup y Jack están terminando de colocarse sus trajes para asistir al evento. Fueron los últimos en salir de casa y van retrasados.

—No quiero soñar sarcástico. —Hiccup mira su reloj, impaciente— ¿Pero no querías retrasarte un poco más? Creo que una hora no fue suficiente.

—Puedo tardar otra hora en ponerme los zapatos, si quieres. —responde Jack, ajustando su corbata.

—A veces me pregunto por que nos tocó este tipo de vida llamada infierno.

—Tu solo piensa en que irás a ver a la ridícula de tu novia caminando como garza en una pasarela.

Hiccup le lanza un zapato que Jack logra esquivar.

—Deja de hablar así de tu prima.

—¿Y tú hablas bien de tu hermana?

—Mi hermana —empieza a reír Hiccup y borra su sonrisa cuando se acuerda de algo— ¡Mi hermana! ¡Elsa!

—Sí, Tarzan. Tu hermana se llama Elsa. Felicidades.

—No es eso —dice— Pero ya no tuve tiempo de verla anoche después de que se fue del yate, ¿cómo estaba?

—Con mucha sed de venganza, supongo.

—¿Lloró? ¿Humilló a alguien? ¿Metió una ardilla en los pechos de la anfitriona?

—Si sabes cómo es ella, ¿para que me preguntas?

—¿Entonces si consiguió la ardilla?

Jack rueda los ojos y le termina de ajustar a su amigo la corbata.

—Guapísimo. Si ninguna te voltea a ver, yo pido agarrarte una nalga.

—¡Tengo novia! ¡Y no soy homosexual!

Jack finge hacer puchero y se da la vuelta. Empieza a acomodar un par de sus cosas en la maleta que trajo. Mete su ropa hasta el fondo, pero se detiene cuando algo captó su atención.

Su mano sintió una cámara.

Jack frunce el ceño y saca la cámara. Su rostro palidece cuando se da cuenta que es la cámara que Marinette usaba para grabar sus documentales.

Hiccup se da cuenta de la expresión de su amigo y decide intervenir.

—¿Qué pasa?

—Es la cámara de Marinette —responde Jack— No sé que hace en mi maleta.

—Seguro la colocó por accidente —Hiccup nota un pedazo de papel pegado a ella por debajo— Mira eso, ¿es una nota?

Jack mira por debajo de la cámara y despega el pedazo de papel de ella. Lo extiende y lo lee en voz baja.

Jack,

Estoy llegando a casa después de la fiesta de graduación, y quisiera decir que no me dolió lo qué pasó esta noche, pero mentiría. No tengo idea de por qué tus amigos siempre vieron algún interés en mi cámara. Supongo porque quieren encontrar evidencia de lo qué pasó la noche del accidente de tu prima. No sé si sirva de algo, pero te dejo mi cámara por si acaso. Ojalá que puedan encontrar algo en esos videos.

Nuestra Tregua Romántica | Jelsa (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora