ELSA
Jack, Punzie y yo nos hemos sentado en círculo en el piso como Tadashi nos ha pedido.
Tadashi saca una llave del bolsillo de su pantalón y señala a Anna con ella.
—Voy a desamarrarte, y a ti también —señala a Hiccup— Pero si hacen cualquier tontería de la que se puedan arrepentir, no voy a dudar en apretar el gatillo y volarles la cabeza con un disparo, ¿de acuerdo?
—Solo suéltanos y confía en nuestra palabra. —pide Anna.
Tadashi se acerca y con cuidado, le quita las esposas. Lo mismo hace con Hiccup. Por suerte, ninguno intenta hacer nada. Saben lo mal que les podría ir si se atreven a desobedecer. Ambos se quedan sentados en las camillas.
—¿Esto es por los partidos que he ganado contra ti, Tadashi? —pregunta Jack— Porque si es así, eres aún más infantil de lo que pensaba.
—¿Crees que me voy a poner a jugar a la ruleta rusa por un estúpido partido mal jugado?
—Uno nunca sabe de lo que es capaz.
—Ustedes no son simples jóvenes que se alcoholizan en las fiestas y van por ahí con una sonrisa en el rostro. —habla Tadashi— Sé que tienen un pasado oscuro que han estado intentando ocultar a lo largo del año.
—¿Y en que te afecta la manera en la que aprovecho mi vida? —pregunto.
Tadashi toma fuertemente mi barbilla y me obliga a mirarlo. Jack se levanta para apartarlo de mi, pero Tadashi lo apunta con la pistola.
—Un paso más, y te disparo.
Le suplico con la mirada que haga caso de la orden. Jack vuelve a su lugar, sin despegar los ojos de mi.
—Respondiendo a tu pregunta, reina del baile... —dice— Me afecta porque por culpa de ustedes, mi hermano pequeño está desperdiciando su vida tras las rejas, mientras ustedes viven la suya como mimados.
—Hiro Hamada está donde tiene que estar. —dice Punzie.
—Lo han culpado de algo que no hizo.
—Pues creo que no lo conoces lo suficiente como para llegar a esa conclusión. —dice Hiccup desde la camilla.
—Me he estado planteando la idea de si debería tomar venganza contra el pequeño clan responsable que ha enviado a Hiro a la cárcel. —dice Tadashi— Y al final, he decidido organizar un juego para despedirlos.
—¿Des... despedirnos? ¿Cómo que despedirnos? —Punzie se alarma.
—Despedirlos de esta vida, dulzura.
—¿Vamos a morir? —Punzie se contiene por llorar.
—Nadie va a morir mientras sigan mis indicaciones.
Pongo los ojos en blanco y escucho.
—Si le llamaron a la policía, tengo formas de saber por medio de...
—No le hemos hablado a nadie. Ahora cállate y explícanos cómo quieres que funcione esto de tu jueguito. —dice Jack.
—¿Alguna vez han disparado? —pregunta Tadashi, con un aire divertido.
Anna bufó, de mala gana.
—¿Tengo cara de salir cada sábado a disparar venados por el bosque? ¿O me veo más de dispararle a los pájaros?
—Tu no vas a dispararle a nadie, tu vas a ser el objetivo.
—¿Perdón?
Tadashi se pasea de un lado a otro y señala a Hiccup y a Anna, moviendo las manos.
ESTÁS LEYENDO
Nuestra Tregua Romántica | Jelsa (Libro 2)
RomansaSEGUNDO LIBRO | NUESTROS CAMINOS La manipulación es la clave para que Jack conozca a una chica totalmente diferente a su ex novia, tan llena de buenos sentimientos y siempre contagiando su felicidad a los demás. Cualquier chica hubiese estado feliz...