Nuestra Tregua Romántica | Jelsa (Libro 2)

Capítulo 16: El traslado

JACK

—¡Lleva bloqueador solar! —me dice Hiccup y antes de que pueda responderle, me lanza una botella de bloqueador al pecho.

—¡No seas idiota! —le digo— No tenemos cinco años como para querer cuidarnos "la carita".

—Pero tu madre dijo que...

—Mi madre le puede limpiar el culo a un mono.

—Preferiría limpiárselo a un perro, pero gracias, hijo. —me sobresalto cuando escucho la voz de mi madre a mis espaldas.

—Era una broma, mamá...

—¿Los perros tienen culo? —pregunta Hiccup.

—No lo sé —finjo inclinarme para verle el culo a mi mejor amigo— Yo te lo veo plano.

—Imbécil. —me arroja una toalla a la cara y la aparto, sonriendo.

—¿Irán a esa fiesta de la playa que me comentaste? —pregunta mi madre.

—Es una que han organizado los de nuestra generación, pero han invitado a las de primer y segundo año también.

—Ah, recuerdo cuando tenía su edad y me invitaban a esas fiestas —mi madre se sienta en mi cama y nos mira con una sonrisa nostálgica.

—Mamá, no empieces. —me rasco la nuca.

—Me metí más porquería en mi juventud de la que me gustaría admitir. —admite, sonriendo.

—¿No está siendo una... mala influencia, señora Frost? —pregunta Hiccup, divertido.

—Se los digo para que no hagan lo mismo que yo cuando era joven —ríe— Y pensar que en una de esas fiestas fue mi primera vez...

—¿Su primer... beso? —pregunta Hiccup, asustado por la respuesta.

—Su primera vez teniendo sexo, idiota. —le digo sin rodeos.

—Fue con un chico mayor que yo, pero era uno de los más populares del Instituto —baja la mirada, sonrojada— No me despegaba la mirada de encima en toda la fiesta.

—¿Quién le habló primero a quien?

—Él a mi. Pero fue porque me tiró a la piscina sin querer y me ayudó, para después disculparse.

—¿Está diciendo que es necesario caerse a la piscina para tener sexo? —pregunta Hiccup.

—Éramos gente rara en ese entonces.

—¿Y qué pasó con ese chico?

—Me casé con él. —me muestra el anillo de compromiso de mis padres y sonrío sin poder evitarlo.

—¿Así se conocieron papá y tú?

—Una linda historia, ¿verdad?

—Pero el señor Frost es... gordo y viejo. —Hiccup arruga la nariz y mamá suelta una carcajada— ¿Cómo es que fue de los más guapos del Instituto?

—La gente cambia con el tiempo.

—Tengo el presentimiento de que a Hiccup le saldrán tetas, no sé por qué. —me burlo y él me saca la lengua como niño pequeño.