ELSA
Corto la carne con mis cubiertos y se me hace inevitable mirar a Jack a lo lejos. Cada quien estaba sentado con sus respectivas familias, degustado de la comida del brunch. Era una barra libre, así que podías agarrar lo que quisieras sin ningún costo. Claro que solo aplicaba para ciertos invitados.
—Joder —Hiccup se mete varios bocados de carne a la boca— Esto sabe a gloria, ¿alguien sabe quien lo ha cocinado?
—No lo sé, ¿el chef? —respondo, sarcástica.
—Hijo, contrólate —mi madre le pone una mano sobre suya— Parece que compartimos la mesa con un cerdo, y no con un estudiante.
Suelto una carcajada junto con mi padre. Hiccup sigue comiendo como si no le importara nada.
—Estoy ansiosa por escuchar nuestro discurso de agradecimiento. —dice mi madre.
—Yo también, seguro tienes preparado algo creativo, como todo lo qué haces. —secunda mi padre.
—Cariño, tú lo dirás. —ríe mi madre y mi padre empieza a toser.
Hiccup le golpea levemente la espalda y mi padre asiente, agradeciendo.
—¿No lo ibas a decir tú?
—Pero si solo un integrante por familia va a pasar a dar su discurso de agradecimiento.
—¿Y no puedes ser tu?
—Tu eres el hombre de esta familia.
—¿No Hiccup lo era?
—A mi no me metan en esas cosas de adultos. —protesta mi hermano.
—¡Y luego dices que eres un adulto! —le doy un codazo, divertida.
—Chsssst. —me calla.
—Cariño, yo... sabes que no se me da hablar en público. —mi padre se rasca la nuca.
—Y por eso eres abogado, ¿no? —intento no reírme y el pone los ojos en blanco.
—A ver, hagamos un breve ensayo. —mi madre deja los cubiertos en su mesa— Imagina que soy una entrevistadora, y te pregunto por todo lo que estás agradecido.
Mi padre parece pensarlo. En esos minutos de silencio, levanto un poco mi cabeza en dirección a la mesa de los Frost.
Jack está observándome.
Noto cómo Punzie se da cuenta de nuestras miradas y le susurra algo al oído, sin despegar la mirada de mi. Jack asiente con la cabeza, como si estuviese de acuerdo con ella. ¿Estarán hablando de mi? ¿Dirán pestes? ¿O dirían algo más?
—Papá. —Hiccup le mueve el brazo a mi padre— No tienes que pensarlo tanto.
Mi madre masajea su sien con los dedos y niega con la cabeza, cansada.
—Puedo decirlo yo, si quieren. —me ofrezco para acabar con esta discusión.
—¿Tú? —mi familia pregunta al unísono.
—¿Qué tiene de malo?
—Nada, es solo que me sorprende...
—¿Que se ofrezca a hacer un bien para nuestra familia? A mi también. —dice Hiccup.
—Soy la única a la que se le da hablar en público, y puedo improvisar lo que voy a decir. —digo— Creo que ni siquiera tengo que pensarlo.
—Si piensas que tienes la capacidad, adelante. —me invita mi madre.
Suenan unos golpecitos por un micrófono y las familias dejan de comer para prestar atención a una señorita. Está encima de un pequeño escenario con un micrófono en la mano. Me imagino que es de esas que ponen orden en este tipo de eventos.
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Nuestra Tregua Romántica | Jelsa (Libro 2)
عاطفيةSEGUNDO LIBRO | NUESTROS CAMINOS La manipulación es la clave para que Jack conozca a una chica totalmente diferente a su ex novia, tan llena de buenos sentimientos y siempre contagiando su felicidad a los demás. Cualquier chica hubiese estado feliz...