NARRA LA AUTORA
Elsa y sus amigas pasaban su velada de maravilla. Incluso hace un rato, Punzie y Astrid decidieron animar la fiesta bailando el konga, konga seguidas por varias personas que estaban en el bar.
Elsa y Marinette enganchan sus brazos y se llevan a la boca un palo lleno de aceitunas remojadas con alcohol. Sí que estaban sacándole provecho a la noche.
Una chica pelirroja, con el cabello a los hombros y unas cuantas pecas sobre la cara, de aparece en el bar y va empujando a todo aquel que se le atraviesa para llegar hasta su novio. Era el mismo chico que Elsa había besado hace un rato.
La chica llega con su novio y lo empuja por el pecho de malas maneras.
—¿Quién carajos es Marinette? —habla la chica, molesta.
—¡Mi amor! —el chico se rasca la nuca, nervioso— ¿Qué haces aquí? Te dije que estaría con los chicos.
—¡Respóndeme, Sebastián! ¿Dónde está la chica a la que has besado?
—Yo no he...
La mirada del chico se cruza con la de Elsa, quien contempla la escena con burla. Le hace una seña de saludo y el chico se acerca a ella, hecho una furia.
—¿Cuál es tu problema, niña?
—¡No soy ninguna niña! ¡Y no te conozco de ningún lado! —miente Elsa.
—¿Le has hablado a mi novia?
—¿Cuál novia? ¿Amanda o Marinette?
El chico voltea a ver a Marinette, y ella le sonríe como una borrachita lo haría.
—¿Agarraste mi teléfono? —le pregunta el chico a Elsa.
—Puede ser.
—¿Dónde está? —le pregunta y Elsa lo ignora— ¡Dime dónde está!
En el momento en que el chico sujeta a Elsa del brazo bruscamente, Jack se entromete y lo aparta de un empujón.
—No la toques. —le advierte al chico.
—¿Jack? ¿Que estás haciendo aquí? —le pregunta Elsa, pálida.
—Yo debería preguntarte lo mismo, ¿no crees?
—Estás en graves problemas, Elsa. —señala Hiccup, enojado.
—¿De verdad has venido hasta aquí solo para esto? —Elsa le da una mirada al grupito de su hermano— ¿Y has traído a tus niñeras?
—¡No somos niñeras! —protesta Hans.
Kristoff aprovecha para robar un trago de una charola que un mesero sostenía.
—Dame mi celular. —exige el chico.
—Está en nuestra mesa. Si no estuvieras ebrio y babeando como una zorra por cada chica qué pasa, lo notarías.
—¡Voy a matarte! —se mete la novia del chico.
—¡Ah! ¡Tú debes ser Amanda! —se burla Elsa— Yo que tú, pensaría dos veces el meterme con este chico en la cama si es que no quieres revolcarte en el lodo con el cerdo.
La chica hace un ademán de atacar a Elsa pero Punzie extiende su brazo para que no se le acerque.
—Ni se te ocurra, pelirroja.
—No fue ella la que te llamó, fui yo. —habla Marinette por primera vez y las miradas de todos se dirigen a ella.
—¿Marinette? —se sorprende Jack al verla.
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Nuestra Tregua Romántica | Jelsa (Libro 2)
RomanceSEGUNDO LIBRO | NUESTROS CAMINOS La manipulación es la clave para que Jack conozca a una chica totalmente diferente a su ex novia, tan llena de buenos sentimientos y siempre contagiando su felicidad a los demás. Cualquier chica hubiese estado feliz...