Dierik
Me aventuro en la boca de la chica que está bajo mi cuerpo mientras estrujo sus pezones con mis dedos, su desnudez me excita cada vez más dejándome tener varias ideas de lo que haremos en la noche, los truenos y la lluvia serán testigos de este encuentro; el sonido de mi celular me desconcentra solo un segundo, pero cuando siento la mano de ella en mi miembro, vuelvo a tomar en serio esta tarea.
La puerta es azotada una y otra vez.
— ¡Die! — la voz de mi hermana me molesta en este momento — ¡necesito que me ayudes, por favor!
— ¡Vete a la mierda, Dafne! — le regreso el grito cuando la chica me da la vuelta.
Se me ha olvidado su nombre.
Baja dándome besos húmedos por todo mi pecho, traza cada línea de mis abdominales con su lengua poniéndome aún más ansioso, acaricio su cabello cuando le da un beso al glande, robándome un jadeo. Mi momento de lujuria es interrumpido por el sonido de la puerta, es cada vez más insistente, Dafne sabe que nunca estoy solo y ahora estoy empezando a preocuparme pero no lo suficiente para bajarme la calentura.
Irritado, obligo a la chica a ponerse de pie.
— De rodillas — murmuro y ella obedece.
Aparto su cabello, enredándolo en mi mano.
— Chupa — ordeno e inicia con su magia.
Lame la punta de mi palpitante polla.
Empieza con su vaivén, proporcionándome el placer que necesito, tiro hacia atrás mi cabeza, sintiendo como su lengua acaricia toda la longitud de mi falo, arrancándome un gemido desde el fondo de mi garganta; siento como estoy llegando al climax, mis caderas van al mismo ritmo que el de ella, cierro mis ojos con fuerza y empujo todo mi miembro hasta el fondo de su garganta, provocándole arcadas.
Liberándome en su boca.
— Buen trabajo — la pongo de pie mientras limpia sus labios — el chofer te estará esperando.
— ¿En serio me dejarás así? — pregunta ofendida.
Recojo mi pantalón y me lo vuelvo a poner.
— Créeme que quisiera seguir toda la noche hundido entre tus piernas — me pongo la camisa, regreso con ella y planto un beso en sus labios — pero no se podrá.
— Eres...
Cierro la puerta.
Camino descalzo por el pasillo, varias voces tensas me intrigan, casi nunca hay con quien hablar aquí, bajo al primer nivel y veo un desastre total: Dafne está nerviosa, cuando me enfoca en su campo de visión, una luz de esperanza se planta en sus ojos. Abraham está aquí, mi mejor amigo de la infancia me observa igual de inquieto, quizá sea por ver a mi hermana como una loca desquiciada, pero también hay una chica que desconozco al borde del llanto.
¿Qué ha ocurrido?
— Die, ayúdame — Dafne se acerca — la tienen, el clan se llevó a una amiga mía.
— Ya intenté llamar a George — Abraham me aclara — pero no contesta.
Mi molestia crece.
— ¿Interrumpiste mi cita por esto? — veo molesto a la chica que se aferra a mi, como si yo fuera un héroe — olvídate de tu amiga, seguramente ya la vendieron.

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Atracción
RomanceLa chica con androfobia y con los padres más estrictos del pueblo, seguirá con su vida monótona y con reglas... pero todo cambia cuando lo conoce a él. Alesara seguirá intentando ser la hija perfecta hasta que una catástrofe haga que su curiosidad...