25. Advertencia

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Susurros inundan mis oídos, a pesar de las olas logro distinguir risas amortiguadas acompañado de unos brazos apretándome, el sonido de una camara me hace fruncir el ceño como resultado de mi confusión; entonces despierto buscando a los culpables, los cuales no dejan de sonreir como locos y el bufido de Dierik me hace recordar en la posición que estamos, haciéndome sonrojar y obligándome a ocultarme entre su cuello.

Dafne no para de reír.

- No pensé que fuera cierto - Fernanda habla sorprendida - por Dios, Ale, estás abrazada a un chico.

- Y no cualquier chico - Abraham carraspea para poder mantener la seriedad - Die, hermano, ¿relación sana?

Yo no puedo con lo avergonzada.

- No me hagan arrepentirme de haberlos llamado - Dierik cubre sus ojos con su brazo.

- Es que la atracción que se sienten por el otro se palpa en el aire - Dafne suspira dramáticamente - pero ya, dejen a los enamorados, tengo hambre.

Gracias a ella, entran dejándonos solos.

- Ni cuenta me di cuando me dormí - su sonrisa brilla y vuelve a verme - ¿vamos?

- Vamos - me levanto pero caigo acostada otra vez sobre él - ¿por qué me jalas?

- Porque quiero un beso - dice e inmediatamente junta nuestros labios, enseñándome que despertar así es inimaginablemente lindo - ahora sí, vamos.

- Nos pudieron a ver visto - siento mis mejillas arder.

Niega mientras se levanta y me ayuda.

- No me importa - empieza a caminar tomándome de la mano.

- Eh, ahí vienen - Dafne deja un plato de comida china en la mesa.

La boca se me hace agua.

No sabía que tenía hambre hasta que vi la variedad de platillos, imaginándome sus sabores y degustandolos, la mesa ya está puesta y solo faltamos nosotros en sentarnos, así que sin pensarlo, me siento junto a Dafne y Dierik toma la otra silla; Fernanda me observa detalladamente, culpo a la ropa que traigo puesta pero también veo cierta duda en ella.

Empezamos a comer.

- El área de investigación me ha pasado un informe acerca de Braulio - comenta Abraham mientras da el primer bocado de su comida - sus colegas no lo han visto desde hace días, nuestros infiltrados han confirmado sus testimonios, agregando que varios de sus guardias confirman haber venido por petición de él.

- Eso solo confirma que está aquí - Dierik frunce el ceño - ¿por qué no ha salido a atacar?

- ¿Ya olvidaste que atacó a Abraham y a Alesara? - Dafne deja su refresco a un lado.

- Quizá esa es la idea - comento agradeciendo en mi mente por esta deliciosa comida.

Todos me miran confundidos.

- ¿A qué te refieres? - Fernanda deja su cubierto a mitad del camino.

- Braulio no ha atacado porque esta estudiando - me encojo de hombros - al menos yo haría eso, esperar al momento indicado, conocer bien a mi contrincante.

- Tiene sentido - Abraham asiente y Dierik enarca una ceja - ¿por qué vendría a Los Ángeles?, te está investigando, Die.

- Eso explicaría porque atacó a tu mejor amigo - Dafne parece atar cabos - ¿seguiré yo?

Todos continuamos con nuestros alimentos.

Pero no puedo evitar pensar en Dierik, corre el riesgo de ser atacado en cualquier momento, unas ganas de tener a ese narcotraficante encerrado me invade el cuerpo; sin darme cuenta, mitad de mi plato esta vacío ya, aunque sinceramente el hambre me a disminuido por pensar tanto en este descubrimiento.

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