Caminamos y seguimos caminando con la que siento es más mi niñera que compañera, la verdad que este lugar es un laberinto. Dierik tuvo que guiarme hasta la entrada del nivel subterráneo, porque no sabía cómo llegar hasta ahí y era donde Cici estaba esperándome. Ahora vamos a que la agente al lado mío entrene un poco de puntería.
Pero también quiero saciar mi curiosidad.
- ¿De qué va los dos niveles subterráneos?
- El primer nivel bajo, como lo llaman aquí, son las oficinas de los Leas - entramos a una sala y ahí hay otros agentes - el segundo nivel bajo es donde están todos los transportes que pueda llegar a utilizar la CESE.
- Ya veo.
- ¡Hey, Elisier! - el grito eufórico de Cici me asusta demasiado - prepara a mi nena linda.
¿Su nena linda?
Hay diez cabinas y dentro de ellas una repisa a la altura de la cintura en donde se encuentran una serie de armas. Un chico moreno oscuro con un peinado afro se acerca a nosotras con un arma demasiado grande para mi gusto, pero Cici parece totalmente emocionada al verlo. Doy un paso atrás y la agente Meier se posiciona en la cabina número cuatro con su "nena linda", colocándose unos audífonos enormes y unos lentes transparentes.
Yo mejor doy más pasos hacia atrás.
Las demás personas que estaban practicando dejan sus diferentes armas sobre la repisa y se acercan a Cici. La protagonista del momento se posiciona con esa herramienta enorme, apuntando hacia una de veinte dianas diferentes, algunas cerca, otras lejos y sus tamaños también varían. La concentración que demuestra ella es increíble, parece poderosa y segura de si misma, por eso, los tres disparos que truenan por el lugar no le afectan.
A nadie, de hecho, solo a mi.
- ¿Te asusté? - ríe un poco mi niñera mientras se quita los audífonos - lo lamento.
- No hay problema - mi pena es grandísima, fui la única que salté del susto.
- ¿Quieres intentar? - todos ven a Cici como si estuviera loca - vamos, no te morderá.
- Claro - asiento y sonrío como niña chiquita.
Es que sí quiero hacerlo.
- Bien, párate aquí - señala en un punto blanco pintado en el suelo gris - coloca esto así...
- ¿Así? - hago una cara extraña al ver que debo poner parte del arma en mi hombro.
- Exacto, sentirás una leve presión que te empujara hacia atrás, pero no será nada fuerte - me explica y me acomoda los grandes audífonos - ve por la mira telescópica y el bípode se recarga aquí.
- Ajá...
No entendí nada de lo que dijo.
- Cici, ¿segura que esto esta bien? - Elisier parece incómodo al verme.
- Claro, ¿qué hay de malo?
- ¿Darle un francotirador a una desconocida, no es malo? - una chica muy musculosa enarca una ceja viendo a Cici - el Lea Clark nos matará.
- No sean exagerados - quien me instruye bufa y voltea a verme - ahora... dale a todas las dianas que puedas, al principio es difícil manejar este tipo de arm...
La emoción me ganó.
Jalo del gatillo cuatro veces, la verdad no tenía la certeza de lo que estaba haciendo, pero sin duda alguna sí sabía cómo hacerlo. De los cuatro tiros que di, solo uno fallo, me enderezo todavía más y bajo el francotirador. Sonrío por sentir esa satisfacción y alegría que recorre mis venas al ver que los otros tres dieron a diferentes dianas, justo en el centro. Veo a los demás y todos tienen los ojos bien abiertos, me temo que he hecho algo malo y eso me preocupa más.
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Atracción
RomanceLa chica con androfobia y con los padres más estrictos del pueblo, seguirá con su vida monótona y con reglas... pero todo cambia cuando lo conoce a él. Alesara seguirá intentando ser la hija perfecta hasta que una catástrofe haga que su curiosidad...