Atracción

21. ¿Qué fue eso?

Bajo a paso lento las escaleras, las cuales se me hacen eternas, son las 10:24 pm e intento ignorar el dolor que se expande desde mi abdomen hasta mis costillas para no llamar la atención de mis padres; no sé porqué me han llamado, lo agradezco porque estaba por quedarme dormida y fue lo primero que Dierik me advirtió, pero considero que bien pudieron ir a mi cuarto para evitarme este martirio, cuando llego al último escalón suspiro de alegría y alivio.

Ya no quiero subir.

- Alesara, tenemos una muy buena noticia - mi padre es el que me recibe con una sonrisa.

- ¿Cuál? - intento actuar normal y no adolorida, yo ya estoy con mi pijama y con mi cabello ocultando el golpe de mi cabeza.

- Me han convocado para una conferencia en Carolina del Norte - su emoción me invade a mi también - es un mes lleno de nuevas estrategias, técnicas e información acerca de los secuestros.

- Wow, papá, felicidades - nos abrazamos y lucho para no quejarme.

Mi madre carraspea.

- Salimos mañana, ya alquilamos una casa, es sencilla pero funcional - dice restándole importancia.

- ¿Yo también iré? - sus miradas me gritan la respuesta obvia - pero, debo ir a la universidad, estoy apunto de comenzar los exámenes finales.

No puedo irme.

- No confío en dejarte sola - la mujer de pelo castaño claro niega rotundamente.

- Mamá, estaré bien - intento convencerla - ¿por qué no van solo ustedes dos?, sería lindo para ustedes pasar tiempo juntos.

- Aura, ya lo habíamos hablado - mi padre se une a mi equipo.

- Y yo ya te había dicho, Esteban, que esta niña vino con una chaqueta de un chico, ¿dónde está tu lado de papá celoso? - sus brazos se cruzan sobre su pecho.

Y eso me recuerda devolverle la prenda a Dierik.

- Te prometo que no saldré de casa - aun mantengo la esperanza de convencerla a dejarme - iré a la universidad y me regresaré lo más pronto posible.

- Confió en mi hija - aclara mi padre y su esposa suelta un suspiro - ya está grande y puede cuidarse sola, es más que claro que no debe salir luego de las 6:00 pm y no vas a permitir que no se gradué solo por no confiar en Alesara.

Ambos vemos a mi madre expectantes.

- Todo el pueblo nos conoce - empieza a hablar con su voz dura - los chismes vienen en cuestión de segundos, si me llego a enterar que no cumples con tu palabra, Alesara...

- Lo sé, me portare bien - asiento entendiendo su amenaza incompleta.

- Perfecto, nos iremos en la madrugada, te extrañare pequeña - mi padre me abraza otra vez, me gusta pero quisiera que no lo hiciera tan fuerte.

- Espero cumplas con tu palabra, Alesara, en serio no quiero tener otras razones para no creerte - mi madre enarca una ceja.

No dice nada más.

De hecho, creo que ya a terminado la reunión, mi padre esta emocionado mientras prepara su maleta y me alegra verlo así, nunca lo he visto ir a una conferencia, creo que no fue convocado años pasados o quizá era él quien no quería ir; subo las escaleras a un ritmo normal, aunque sigue doliéndome, no puedo ir despacio teniendo a mis padres observándome en el comedor.

Ellos ya han empezado a preparar todo.

Cierro la puerta de mi cuarto, estaba por darme la vuelta cuando alguien cubre mi boca, el recuerdo de como me secuestraron vuelve a rondar mi mente, así que empiezo a moverme como loca; cuando mi mano se aferra a la suya, siento una calidez recorrer por mis venas, reconozco esta suavidad y con eso me quedo quieta, es hasta ahora que ese olor tan característico de él inunda mis pulmones.