70. Volver a nacer

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Los tres me miran a mi y luego a los hombres tirados desangrándose. Tres pares de ojos me miran como si acabará de hacer una travesura y yo sigo esperando a que me regañen. Pero vuelvo a escuchar un motor acercarse y los recién llegados lo notan también. Quedo confundida cuando es más de un motor el que destaca en esta área tan desolada de Los Ángeles, ¿qué está pasando?.

Dafne corre a mi lado.

- Tenemos que irnos - menciona John mientras la chica me jala hasta el carro - o seremos presas fáciles para esos escarabajos.

- ¿Qué pasa? - pregunto al momento en que me suben en la parte trasera del carro.

- Pasa que algún idiota subió una foto tuya con tu información personal diciendo que eres la novia de Die a la red secret - Dafne se sostiene del asiento de copiloto mientras John acelera - y ahora todo aquel que odie a mi hermano irá tras de ti.

- Esto sobrepasa más de lo que esperaba, ¿dónde carajos esta Die? - el abuelo Tom saca un pequeño estuche redondo y lo lanza por la ventana.

- Die esta camino al aeropuerto - menciona el conductor que aprieta el volante.

Una explosión me sobresalta menos que la noticia.

No sabia que Dierik viajaría, pensé que... bueno, tal vez él vendría... soy ingenua. Tal y como lo dijo, soy una niña ingenua. Llegamos a la ciudad y todavía puedo sentir como mi corazón se desgarra poco a poco. Desde que se escucho la explosión ya no nos siguieron pero veo que todos están alertas a cualquier movimiento extraño. Así que agradezco cuando llegamos a la casa del abuelo Tom, Dafne me ayuda a bajar porque lo mareada no se me quita y empiezo a tener náuseas otra vez.

Todos entramos y nos sentamos en la sala.

- Die no me contesta - deja el celular a un lado el abuelo - que chico tan ingrato.

- Mila me acaba de escribir - John revisa el suyo indicando el mensaje - Die dejo su celular, laptop y la cadena en su oficina. La cual cerró con llave.

Todos voltean a verlo.

- Me lleva las putas canas que me salieron, ¿y por qué? - el abuelo Tom parece estresado pero luego se calma - Alesara, ¿qué debías decirme de Diana?, no podías decirlo en el CESE, no debes mencionar a Diana en el CESE. Te puedes meter en problemas con Die.

- Bueno...

Comienzo a relatar el recuerdo que tuve.

Todos quedan atentos a mi historia y hago mi mayor esfuerzo para no romper en llanto tras llegar a la parte donde mis padres me echaron de la casa. Porque sí, les conté todo, no puedo ocultar nada después de ser perseguida por saber cuantos delincuentes y no tener tanto conocimiento para defenderme. Pensé que estaría a salvo aquí, hasta que uno de los agentes del cubo de John menciona que hay algunos sospechosos rodeando la casa del abuelo Tom.

Es entonces cuando ellos van a atraparlos.

- ¿Qué ha pasado entre vos y Die?

- No lo sé - respondo mientras mi voz tiembla - Dafne, te juro que pensé que todo estaba bien.

- Es un idiota - niega muy enojada.

- Se van a casar - trago saliva y ella me mira confundida - Mariana y Dierik.

Sus ojos no podrían estar más abiertos.

- Sabía que no era nada bueno el divorcio de ella y mi padre - murmura apunto de un ataque - es una maldita perra sarnosa, ojalá se me ponga enfrente para... no, Ale, no llores.

- Me dijo tantas cosas feas - cubro mi cara con mis manos.

Ella se acerca a mi y me abraza.

No sé cuánto tiempo pasamos así, siendo solo ella y yo testigas de cómo se puede sufrir por amar. Cuando me siento un poco, solo un poco mejor me separo y me recibe una sonrisa reconfortante de parte de ella. Me siento dichosa de saber que Dafne sabe que su hermano no es un santo y que yo fui una víctima más de sus enredos. También eso me enoja, caí en lo que todos me advirtieron. Fuimos a la cocina por un vaso con agua y es hasta ese momento en donde entra John y el abuelo Tom.

AtracciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora