Atracción

1. El pueblo

La cafetería está llena de susurros, todos los jóvenes miran a la chica recién llegada como una anomalía, intento ignorar semejante acto de indiscreción pero es casi imposible, nadie puede evitarle un momento de humillación a nuestra compañera; me concentro en mi libro de leyes, quizá un poco de conocimiento obstruya los chismes que se escuchan.

Fernanda está muy interesada.

- ¿Cuándo la soltaron? - pregunta mi mejor amiga - o quizá ella escapó.

- No se está muy seguro, la encontraron vagando por la playa - responde la nueva estudiante y la razón por la que Fernanda estaba muy ocupada hace un par de semanas - pero sí que la pasó fatal.

- Dafne, ¿qué es lo que pudieron haberle hecho? - mi amiga curiosa quiere oír segundas opiniones - a mi me han dicho que las utilizan para probar nuevas drogas.

- Bueno, muy probable - la chica lleva un poco de su comida a la boca - las prostituyen, las utilizan como juguetes sexuales y todo lo relacionado a eso.

Fernanda observa a Olivia.

De mi parte, el vocabulario que ha utilizado la nueva amistad de mi mejor amiga es desconocido, no entendí nada de lo que dijo y tampoco es de mi interés saberlo; nuestra recién llegada es Dafne Hale, es muy extrovertida y le parece poco relevante si su vestimenta es indecente o no, tampoco parece comprometida con los estudios.

Pero me reservo el pensamiento.

- Alesara, ¿no comerás? - su voz es suave.

- No se me apetece - intento darle una sonrisa pero es más una mueca - deberían dejar de hablar sobre Olivia.

Ellas parecen estar ofendidas.

Olivia Alva, una joven de dieciocho años que cursa el primer año de universidad, quien sufrió la peor de las suertes y lo común de este pueblo: fue secuestrada por el clan V, estuvo desaparecida por un mes completo; hay varios rumores sobre esos individuos, muy pocas chicas logran regresar a sus hogares, la mayoría nunca vuelven a aparecer y otras las encuentran muertas en algún lugar.

Ella no volvió a ser la misma.

Era una chica muy alegre, tenía su grupo de amigos y era capitana del club de lectura, siempre estaba ayudando a su mamá en organizar actividades, ese era su trabajo, parecía ser muy buena; hasta ahora, no tolera estar cerca de ninguna persona, su ropa llamativa ha sido sustituida por una más opaca y grande, no ha vuelto a tocar un libro por voluntad propia y ni habla con su mamá.

Cambió y no la culpo.

- Dafne, ¿tu padrastro no sabrá lo que le sucedió a ella? - Fernanda la mira ilusionada por el drama.

- No creo, solo se encarga de manejar el asunto bajo el tratado - la chica levanta un hombro.

Esto es inaceptable.

- Si me disculpan, iré a mi salón - les informo.

- Pero...

No les doy tiempo a contestar.

Fernanda y Dafne se conocieron en un campamento, o así es como mi mejor amiga me contó, ambas hicieron una conversación que las unió como goma de mascar; para mala suerte mía, la chica llamativa se mudó nuevamente al pueblo, tenía entendido que vivía en Los Ángeles pero toda su familia extrañaban el lugar, por ello estudia aquí y este es su primer día en esta universidad.

Claro que tuvo amigos al instante.

Nadie se atrevería a hacerle una mala jugada a Dafne, su padrastro: George Hale, es el hombre más rico del país, pero no por un trabajo honrado, es un mafioso y uno de los dos líderes principales del clan V; sin embargo, se ha aclarado varias veces, que cualquier situación que le ocurra a ella no será motivo para que se involucre el trabajo del señor mafioso, al contrario, él buscará la manera de ser diplomático.