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Al amanecer Jimin despertó y se dio cuenta de que estaba en la habitación del pálido, los recuerdos de la noche anterior llegaron a su mente, cuando se sentó en la cama vio que la puerta se abrió y dejó ver al pálido el cual entraba y se sentaba a la par de él.

—¿Dormiste bien? —le pregunto.

—Sí. —respondió. —¿A dónde fue?

—Me alegro. —le beso el hombro. —tuve que ir a ver un asunto.

—Ya veo. —sonrió. —me iré a bañar.

—Sí. —le beso el cuello. —tomemos un baño juntos.

—¿Se bañará conmigo? —preguntó Jimin.

—Fue lo que dije. —sonrió.

Jimin sonrió y fue con el pelinegro al baño, el castaño disfrutaba de estar así con Yoongi, luego de bañarse y cambiarse ambos comían de manera tranquila. Yoongi ya había terminado, pero se había quedado a observar a Jimin, su humano, el castaño al sentir la mirada de Yoongi lo vio.

—¿Ocurre algo amo? —le pregunto. —¿Quieres más carne?

—Quiero ir a un lugar. —respondió. —y quiero que vengas conmigo.

—¿Cómo una cita? —bromeó Jimin.

—Sí, es una cita. —sonrió Yoongi. —te veré en la noche.

—¿Saldrá? —le pregunto.

—Me enlisté para la exploración. —dijo.

—¿Exploración? —lo vio confundido.

—Iré a secuestrar humanos que están escondidos en la ciudad. —hablo. —si todo sale bien lograré ser militar.

Jimin no dijo solo guardo silencio, esa podía ser su oportunidad para huir de ahí y buscar a su hermana, pero no sabía dónde estaba y si Yoongi llegaba a ser militar podría sacarle información mientras tenían sexo y así a otra oportunidad ir por su hermana.

—Prometa que volverá sano y salvo. —dijo Jimin.

—No me voy a la guerra Jimin. —sonrió.

—Finjamos que sí. —hablo Jimin. —finjamos que sí lo es.

—¿Te importa? —le pregunto.

—Sí. —respondió seguro Jimin. —me importa mucho.

—Descuida amor volveré sano y salvo de la guerra. —hablo Yoongi. —y moriremos siendo viejos.

Jimin río junto con Yoongi por lo que le había dicho, Yoongi por su parte trataba de recordar la sonrisa de Jimin, pues si se iba sabía que Jimin huiría y al menos quería guardar su sonrisa.

—Debemos de ir por las cosas de la casa. —hablo Yoongi.

—Está bien. —se levantó Jimin.

Al salir de la casa ambos iban donde recogerían la carne y la comida para Jimin y las demás cosas del hogar, Yoongi miraba la mano de Jimin la cual tenía el anillo, el pelinegro sabía que en la casa no debía de ponerse el anillo, ya que los infectados que trabajaban ahí conocían ya al humano. Pero Jimin nunca se lo quitaba, siempre lo tenía puesto en su mano, lo que había notado que se lo había puesto en el dedo donde debía de ir un anillo de bodas.

—El anillo no va ahí Jimin. —le dijo y Jimin lo vio.

—Donde me lo puso me quedaba flojo. —miró su mano. —ahí encajó bien amo.

If i were a zombie [Y.M] [#1] [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora