Brigitte
El impacto no la mató, pero el frío sí estuvo a punto de acabar con su vida.
El agua helada la dejó sin aire en los pulmones. Sus extremidades se quedaron rígidas, y Percy se le escapó. Empezó a hundirse. Extraños gemidos resonaban en sus oídos: millones de voces desconsoladas, como si el río estuviera hecho de tristeza destilada. Las voces eran peores que el frío. La arrastraban hacia abajo y le adormecían.
¿De qué sirve luchar?, le decían. De todas formas, ya estás muerta. Nunca saldrás de este sitio.
Podía hundirse hasta el fondo y ahogarse, dejar que el río se llevara su cuerpo, no luchar, no vivir un tormento que no se merecía. Eso sería más fácil. Podría cerrar los ojos...
Percy le agarró la mano y la devolvió a la realidad. No podía verlo en el agua turbia, pero de repente ya no quería morir. Bucearon juntos hacia arriba y salieron a la superficie.
Brigitte boqueó, agradeciendo el aire que respiraba, por sulfuroso que fuera. El agua se arremolinó a su alrededor, y se dio cuenta de que Percy estaba formando un torbellino para mantenerlos a flote.
No podía distinguir su entorno, pero sabía que estaban en un río. Los ríos tenían orillas.
—Tierra —dijo con voz ronca—, ve hacia un lado.
Percy parecía casi muerto de agotamiento. Normalmente el agua le vigorizaba, pero no era el caso de la que les rodeaba. Controlarla debía de haber consumido todas sus fuerzas. El remolino empezó a disiparse. Brigitte le agarró la cintura con un brazo y luchó a través de la corriente. El río se movía contra ella: miles de voces quejumbrosas susurrándole al oído, metiéndose en su cerebro.
La vida es desolación, decían. Todo es inútil, y luego te mueres.
—Inútil —murmuró Percy.
Le castañeteaban los dientes debido al frío. Dejó de nadar y empezó a hundirse.
—¡Percy! —Gritó ella—. El río te está confundiendo la mente. Es el Cocito: el río de las lamentaciones. ¡Está hecho de tristeza pura!
—Tristeza —convino él.
—¡Lucha contra ella!
Brigitte agitó los pies y se esforzó por mantenerlos a los dos a flote. Otra broma cósmica para disfrute de Gaia: « Brigitte muere tratando de impedir que su amigo e interés amoroso, hijo de Poseidón, se ahogue» .
« No vas a tener esa suerte, bruja» , pensó Brigitte.
Abrazó más fuerte a Percy y le besó la mejilla.
—Háblame de tu familia, Percy—le pidió—. ¿Cómo era tu madre? ¿Sally se llamaba? Tu infancia, háblame de eso.
—Mamá... mi infancia...
—Sí, ma douce.
Como pudo apartó el pelo que se le pegaba en la frente, sonriéndole lo más cariñosamente posible que a decir verdad, con Percy no le costaba.
—Mamá hacía galletas azules —murmuró Percy. La niebla empezó a despejarse de sus ojos—. Era una manera de rebeldía contra mi ex padrastro, Gabe el apestoso. Es la mujer más amable del mundo, la mejor madre que pude pedir...
Brigitte empezó a avanzar contra la corriente. Notaba las extremidades como sacos de arena mojada, pero Percy ya la estaba ayudando. Podía ver la línea oscura de la orilla a un tiro de piedra.
—Suena hermoso —dijo ella con voz entrecortada, Venus era su madre y ella sabía que la amaba, era la diosa del amor, pero Brigitte nunca se imaginó en hacer con ella cosas típicas que una hija hace con su mamá, pedir consejos de citas, de modas, ir a la escuela, que le peinara el cabello, ni siquiera pudo disfrutar tanto de eso con su padre que era mortal—. Dime más. ¿De allí viene tu preferencia por la comida azul?
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The heroes of Prophecy.
Fanfiction💐🕊 Brigitte Leclair Es una semidiosa Hija de Venus, que nunca Espero ser parte de la gran profecía / Brigitte nunca pensó que un hijo de Neptuno cambiaría su vida para siempre. Los personajes pertenecen a Rick Riordan, es mía Brigitte y su histo...