Aviso: 2/2
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Por la noche, el ambiente general había mejorado algo. El pabellón comedor nunca había estado tan abarrotado. Los romanos fueron recibidos como viejos amigos. El entrenador Hedge deambulaba entre los semidioses, sonriendo y sosteniendo en brazos a su bebé mientras decía: «¿Quieres conocer a Chuck? ¡Este es mi niño, Chuck!».Las hijas de Afrodita —Brigitte incluida— y las de Atenea arrullaban al pequeño y enérgico bebé del sátiro, que agitaba sus puños regordetes, daba patadas con sus diminutas pezuñas y balaba:
—¡Beee! ¡Beee!
Clarisse, una hija de Ares, castaña clara de ojos fieros, había sido nombrada madrina del bebé, seguía al entrenador como si fuera un guardaespaldas y murmuraba de vez en cuando:
—Vale, vale. Deje un poco de espacio al niño.
A la hora de los comunicados, Quirón dio un paso adelante y alzó su copa.
—De toda tragedia surgen renovadas fuerzas —dijo—. Hoy damos las gracias a los dioses por esta victoria. ¡Por los dioses!
Todos los semidioses se unieron al brindis, pero su entusiasmo parecía apagado. Brigitte entendía la sensación: «Hemos vuelto a salvar a los dioses, ¿y ahora tenemos que darles las gracias?».
Entonces Quirón dijo:
—¡Y por los nuevos amigos!
—¡POR LOS NUEVOS AMIGOS!
Cientos de voces de semidioses resonaron a través de las colinas.
En la fogata, todo el mundo miraba sin parar a las estrellas, como si esperasen que Leo volviera para darles una sorpresa espectacular en el último minuto. Tal vez descendiera en picado, saltara del lomo de Festo y se pusiera a contar chistes malos. Pero eso no ocurrió.
Después de unas cuantas canciones, Reyna y Frank fueron llamados a la parte delantera. Recibieron una atronadora salva de aplausos tanto de griegos como de romanos. En lo alto de la Colina Mestiza, la Atenea Partenos brillaba más radiante a la luz de la luna, como indicando: «Estos chicos no lo hacen mal».
—Mañana los romanos debemos volver a casa —dijo Reyna—. Les agradecemos su hospitalidad, sobre todo considerando que estuvimos a punto de matarlos...
—Perdona, ustedes estuvieron a punto de morir —la corrigió Annabeth.
—Lo que tú digas, Chase.
—¡Oooooohhh! —Dijo la multitud al unísono.
Entonces todos se echaron a reír y a darse empujones. Hasta Nico no pudo menos que sonreír.
—En fin —continuó Frank—, Reyna y yo estamos de acuerdo en que esto marca una nueva etapa de amistad entre los campamentos.
Reina le dio una palmada en la espalda.
—Es cierto. Durante cientos de años, los dioses trataron de separarnos para impedir que lucháramos. Pero hay una forma de paz mejor: la cooperación.
Piper se levantó entre el público.
—¿Estás segura de que tu madre es una diosa de la guerra?
—Sí, McLean —dijo Reyna—. Todavía tengo intención de librar muchas batallas. ¡Pero de ahora en adelante lucharemos juntos!
La multitud prorrumpió en una gran ovación.
Zhang levantó la mano para pedir silencio.
—Todos serán bien recibidos en el Campamento Júpiter. Hemos llegado a un acuerdo con Quirón para que haya un intercambio libre entre los campamentos: visitas los fines de semana, programas de formación y, por supuesto, ayuda urgente en momentos de necesidad...
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The heroes of Prophecy.
Fanfiction💐🕊 Brigitte Leclair Es una semidiosa Hija de Venus, que nunca Espero ser parte de la gran profecía / Brigitte nunca pensó que un hijo de Neptuno cambiaría su vida para siempre. Los personajes pertenecen a Rick Riordan, es mía Brigitte y su histo...