Capítulo 1.

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Brigitte.

Brigitte estaba a punto de enloquecer, sin embargo contuvo los nervios.

Ya era bastante malo que Jason fuera de misión sin ella, ¿un palacio lleno de fantasmas? Vaya, ninguna pisca de confianza daba, pero en la misión solo eran necesarios Piper, Annabeth y su hermano.

Se distrajo hablando con Leo y Hazel. El hijo de Hefesto les platicaba de la chica la cual él estaba enamorado, Calipso. Brigitte sentía el amor que brotaba del chico latino al hablar de ella y eso la hacía sentirse realmente contenta por él. No le cabía ninguna duda que volvería a verla.

Hazel hizo gracias a sus carboncillos un retrato de la chica, de un pelo color caramelo y ojos almendrados, realmente hermosa.

Luego se fue a su habitación donde cepilló su cabello y pensaba el cómo le gustaría estar tan segura de su amor como Leo por Calipso.

Percy ya había dejado claro que estaba interesado en ella, lo pudo ver cuando sus manos estuvieron juntas en el Tártaro y un leve resplandor rosado se encontraba en ellas. Quería intentar estar con él, pero a la vez sentía culpa. Annabeth y él tenía una historia preciosa y ella la había arruinado y se había prometido que no lo haría.

—Con que en esto estabas tan concentrada —dijo la última voz que Brigitte hubiera deseado oír.

Percy Jackson estaba apoyado en su puerta cerrada observando como su cepillo pasaba suavemente por su cabello. La chica sentada en la cama alzó la mirada y lo observó. Dejó el cepillo al lado de ella.

—Percy, ¿qué te trae por aquí?

Como al parecer era la costumbre del hijo de Poseidón se sentó a su lado, lanzando de un suave movimiento el cepillo sobre la almohada.

—Quería hablar —dijo—. ¿Dónde quedamos en mi historia? Sí, ya recuerdo, el mar de los monstruos.

—Percy...

—¿Qué?

—No está bien lo que haces, dijiste que lo pensarías.

Abrió los ojos con fingida inocencia.

—Y lo estoy —respondió y luego le regaló una sonrisa torcida—, además hablar es algo que hacen los amigos y tú dijiste que querías saber más de mí.

Brigitte suspiró y le sonrió. No podía rechazarlo aunque quisiera, además su curiosidad... Percy parecía saber manejar sus cartas.

—Bueno, todo empezó cuando... —y contó su aventura para encontrar el vellocino de oro, salvar a su amigo Grover, el cómo conoció a Blackjack. habló sobre Luke, su encuentro, su historia con Tyson.

Estaba en medio de relatarle cómo conoció a Nico Di Angelo cuando un alboroto arriba llamó su atención.

Brigitte sintió el alma caerle a los pies al subir y ver a Jason.

—No estoy... tan mal —dijo el chico al verla, sin embargo su camiseta agujereada y soltando humo no pensaba igual.

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Estaban empezando a desayunar cuando por fin llegó Leo. En otro tiempo a Brigitte le habría inquietado que todos estuvieran bajo cubierta y no hubiera nadie al timón, pero desde que Piper había despertado permanentemente a Festo con su capacidad de persuasión (por lo que le contó Leo), el mascarón con forma de dragón había sido capaz de pilotar el Argo II sin ayuda. Festo podía conducir, revisar el radar, preparar un batido de arándano y escupir unos cuantos chorros de fuego candente a los invasores (todo al mismo tiempo) sin que se le fundiese ningún circuito.

The heroes of Prophecy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora