Especial: Jason y Brigitte 2.

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—¿Y por qué no? —Preguntó Jason, él y Brigitte estaban sentados en la mesa de Zeus, gracias a los dioses ni el señor D ni Quirón estaban presentes—. Es una idea grandiosa.

—Fue una broma —respondió ella—. ¿Recuerdas que tengo dislexia y TDAH? Escribir un libro me arrugaría con tanto estrés.

—Pero oye, piénsalo —insistió Jason—. ¿Acaso no te hubiera gustado un libro en latín sobre una hermana o hermano tuyo con el Vis Amoris? ¿Qué te mostrara que vivió problemas típicos de adolescentes?

—Claro, todos los semidioses lucharon con una psicópata diosa de la tierra ¿no?

En realidad, creo que es una norma que todos los semidioses tengan algún tipo de enemistad con los dioses —dijo Jason—, y bueno, ya sabes...

Brigitte suspiró y asintió.

No era difícil enfadar a un dios y ellos solían no tener escrúpulos a la hora de impartir castigos.

—Hola hermano, Bi —Percy se sentó a la mesa al lado de Brigitte, sin antes besarla en la mejilla—. ¿De qué hablamos?

—De que deberías dejar de llamarme Bi —gruñó la chica, Percy sonrió en respuesta.

—¿Bi?

—Es el apodo que le puso Lily a Brigitte —respondió Percy divertido—. Es absolutamente adorable.

—¿Sabes que no va a ser adorable? Lo que se me ocurra que harás si me haces enfadar.

—Cálmate, fierecilla —Percy miró a Jason mientras Brigitte farfullaba algo sobre novios idiotas—. En serio, ¿qué hablaban?

—Le dije a Brigitte que sería una buena idea que escribiera sobre su experiencia con el Vis Amoris, ya sabes, así ayudaría próximos portadores —respondió Jason—. ¿Qué opinas tú, bro?

—Honestamente escribir no es algo que me gustaría hacer, hombre —dijo Percy luego de rellenar su plato para comer—. Agarraría el lápiz y haría garabatos antes de poner algún párrafo legible.

—Dioses, si escribieras algo amor el mundo se acabaría.

—Ja, ja, muy graciosa —Percy le regaló una sonrisa sarcástica—, pero Jason tiene razón en parte, aunque creo que eso de escribir es un agobio, dejar algo que pueda ayudar a los demás suena bien.

Brigitte robó un bocado del pastel azul de Percy y miró pensativa a Jason.

—Tal vez lo haga.

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La mano de la pelirroja se estrelló contra la mejilla del chico de pelo oscuro y rizado. La mejilla del ex dios humeó.

—¿Lo sientes? —Chilló furiosa al dios convertido en mortal con sus manos brillando con el Vis Amoris, su rostro bañado en lágrimas—. ¿Lo sientes? ¡MI HERMANO ESTÁ MUERTO POR TU CULPA! ¡PERO CLARO, TÚ PIENSAS QUE UN «LO SIENTO» PUEDE SOLUCIONARLO TODO!

—Brigitte, cálmate —le pidió Percy, pero la chica lo ignoró mientras el brillo en sus manos aumentaba.

—JASON ERA MI HERMANO, MI OTRA MITAD —le dijo, Apolo dio un paso atrás, pero la hija de Venus eliminó esa pequeña distancia avanzando uno ella—. Juro que dios o no te haré pagar, no me importa si te vengas cuando seas inmortal... ¡HARÉ QUE JAMÁS OLVIDES MI NOMBRE!

—Brigitte, es suficiente —el agua rodeó las manos de la pelirroja extinguiendo el brillo rosado—. Amenazar y echarnos las culpas entre nosotros no traerá a Jason de vuelta.

—¡Ya lo sé! —Chilló cayendo de rodillas, dejando que el dolor la consumiera, después de todo era más fácil dejarse dominar por la ira y no el dolor.

The heroes of Prophecy.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora