1840 en Rumania, Brașov.
El Príncipe se enamoró de un ser de luz, la Princesa se enamoró de un ser oscuro, pero pronto su amor se verá afectado por las decisiones de su padre, alguno podrá dejar su felicidad por el futuro del reino...
"El amor se f...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Efelios
Nunca pensé que llegaría a ponerme en contra de lo que soy, mi naturaleza me pedía hacer cosas que sabía que no estaban bien pero que a mí me satisfacían.
Mi ropa llena de sangre, mis mangas rotas por la lucha que me dio aquella mujer que encontré de camino a mi casa cuando salía del palacio, no me resistí y admito que fue tan excitante –hace días que no hacía algo así–.
Sentí que el mundo se me venía encima al ver a Rania parada en la puerta –camine hacia ella–, por mi mente no pasaba una buena excusa para decirle.
–Rania –dije.
Ella giro y sus ojos se abrió por el asombro.
–¿Que te paso? –dijo llevándose las mano a su boca.
Tenía dos opciones: decirle la verdad o inventar algo.
–Rania yo te lo voy a explicar.
–¿Explicar qué? –dijo confundida.
–Yo no soy quien tú crees –dije acercándome.
Ella retrocedió.
–Dime que está pasando.
–Es que no me pude controlar –murmure.
–Efelios... acaso tu –suspiro.
Silencio.
–Maldita sea Efelios háblame –grito.
–Rania yo...
–Tu que, dime de una vez.
–Yo soy un asesino.
Silencio.
–Dime algo, por favor –suplique.
–No es cierto –murmuro.
–Rania yo no lo quería hacer pero no me contuve, tienes que creerme –dije tomándola de la mano, lagrimas cayeron por sus hermosos ojos y en su mirada se reflejó enojo.
–¡Suéltame! –gritó–, no me toques.
–Rania...
–Cállate, me das asco.
Ella camino a su caballo, se subió a él y se alejó tan rápido como pudo.
Sentía que la respiración se me iba del cuerpo.
–Hasta que al fin se dio cuenta –dijo una voz.
–Sal de donde estés escondido –dije.
Detrás de un árbol salió Asmodeo con su risa burlona.
–Sabes me parece patético que estes enamorado de una humana –dijo acercándose–, pensé que la matarías pero luego sucedió una vez, después otra, hasta que aparecieron los hermosos "sentimientos"
