Rania Aposteleanu
Después de mi lección decidí quedarme a practicar un poco más en el piano -poco a poco iba mejorando y la señorita Irina lo notaba-.
–Rania –entro Anya al estudio–, te traje un poco de fruta para que meriendes.
–¡Gracias!
En un tazón trajo naranja, uvas y algunas moras.
–¿Cómo vas con el piano? –preguntó.
–Bien, componiendo algunas melodías –respondí sonriendo.
–Hace rato que te veo muy alegre. ¿A qué se debe eso?
–No sé, solo creo que soy feliz –dije riendo.
–Me alegra escuchar eso, ya me tengo que ir, come la fruta que es un alimento sano –camino hacia la puerta.
–Está bien –grite.
¿Qué diría Anya si le cuento sobre Efelios?
¿Se enojaría?
¿Me entendería?
A los minutos escuche golpes en la puerta.
–Pase.
Gire y entro Emmett.
–Hola Rania –saludo.
–¡Emmett! –sonreí.
–¿Cómo estás?
–Bien, practicando un poco como puedes ver.
Él sonrió
–Y, ¿a qué viene esta sorpresa? –pregunte.
–Quería pedirte algo.
–Dime que pasa.
–¿Quieres cenar conmigo? –sus mejillas se tornaron de un color rosa.
Carajos.
–Claro, ¿podría ser aquí?
–Sí, sí me parece perfecto.
–Está bien.
–Te esperare en el jardín a las ocho, ¿te parece?
–Sí, sí.
–Bien, me tengo que ir solo pasaba a decirte eso, adiós –me dio un beso en la mejilla.
–Adiós.
Seguí con mi práctica, mi objetivo era crear una pieza lirica donde las personas entendieran los sentimientos que quería transmitir.
–¿Por qué no tocas algo para mí? –susurro una voz masculina en mi oído.
Gire para encontrarme con el rostro de Efelios.
–¿Qué haces aquí?
–Olvide mi corazón dentro de tu habitación, así que me lo devuelves ¿por favor?
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APOSTELEANU I: Tres Mundos
Fantasy1840 en Rumania, Brașov. El Príncipe se enamoró de un ser de luz, la Princesa se enamoró de un ser oscuro, pero pronto su amor se verá afectado por las decisiones de su padre, alguno podrá dejar su felicidad por el futuro del reino... "El amor se f...