APOSTELEANU I: Tres Mundos

⚜️ Epílogo: Aposteleanu I 💫

9 años después

Omnisciente

Dos hermanos y dos seres a los que amaron con todo su corazón.

Tres mundos y cuatro destinos.

Amor y alegría pero también dolor y sufrimiento.

Muchos cambios sucedieron.

Rania dio a luz a un bebé y como era de esperar Asmodeo la visito y le advirtió que su hija crecería con unos dones sorprendentes.

Años después nació otra pequeña, la primogénita de Emmett, aunque él amaba a la hija de Rania. Y para finalizar el linaje, nacieron dos mellizas. Cuatro princesas invadieron el palacio.

9 años después las cosas cambiaron.

Después de la muerte del rey, Rania ascendió como reina, su madre mostro sus respetos hacia ella y los deberes se hicieron cada vez más pesados, claro que a ella no se le preparo para ascender ya que crían que el próximo rey sería Izan.

Emmett logró conquistar su corazón y ella dejó que el sanara sus pedazos, lo convirtió en alegría y amor, aunque ella no le dijo en ningún momento "Te amo", sabía que si lo decía, su amor por Efelios terminaría y todavía no estaba lista para eso.

⚜️

Meiga se convirtió en una de las hadas más fuertes, dejó Rumania y se fue a otro continente llevándose consigo un gran secreto que tenía que ocultar por un tiempo. Se convirtió en reina de las hadas.

Su dolor no sanaba aún, cada noche recordaba a Izan, un humano que le hizo sentir muchas cosas en su cuerpo, un humano que la amo como nadie lo había hecho.

Se podría decir que cambio mucho o al menos volvió hacer el hada que era antes, fuerte y no tan débil como se había convertido. Muchas veces intento hacer como si nada hubiera pasado, pero cada noche soñaba con él y sabía que no podía olvidarlo tan fácil y más con un pedacito de él.

Efelios

—¡Sácame de aquí! —grite y moví con todas mis fuerzas las barras de metal caliente que me rodeaban.

—Estas castigado —se burló.

No sé cuánto tiempo había pasado, pero después de escribir la carta que le deje a Rania, todo se puso negro y desperté aquí.

—Sabes no sé por qué te tienen encerrado si el mismo te mando a la tierra, pero bueno nadie lo entiende se supone que él es todo lo que está bien en el universo —se rio.

—¡Cállate y libérame!

Él se acercó poco a poco, Asmodeo estaba convertido en lo que realmente era una bestia, hace tiempo que no lo veía así.

—Traigo noticias de tu amada princesa —se acercó a mí y tocó mi mano.

—Si le hiciste algo, te juro que te mataré así tenga que morir.

Él se ría.

—Efelios no te hagas el poderoso, sabes que puedo matarte.

Sentía como la furia invadía mi cuerpo.

—Hable con ella, le dije un par de cosillas —sonrió.

—¿Que le dijiste? —indague.

—Digamos que hice que te odiara —él tenía una expresión burlona.

Una punzada pego en mi corazón.

—¿Quieres ver algo que seguro te gustará mucho?

Acercó sus manos a mi cabeza, puso una a cada lado y me miró fijo a los ojos, aquellos se pintaron en un tono amarillo, parecían luces.

Y la vi, vestía de blanco, Lucia tan hermosa, se merecía ser feliz y yo no podía darle eso. Emmett la esperaba en el altar.

Lágrimas caían por mis mejillas, el amor de mi vida al fin tendría la oportunidad de estar con un hombre que jamás se irá de su lado, sin problemas, ni ataduras.

Asmodeo quito sus manos.

—Pobre Efelios viendo como su amor se casa con otro —río dándose la vuelta.

—¡Ella merece ser feliz! —grite.

—Por cierto, se me olvidaba una pequeña cosa.

Se dio la vuelta y se acercó de nuevo.

—Ven —dijo.

Me acerque y me jalo con fuerza hasta pegar en las barras de metal caliente.

—Llevas 9 años aquí.

Lo que dijo me dejó asustado, ¿cómo pudo haber pasado tanto tiempo?

—Rania dio a luz a una pequeña con unos poderes grandiosos —siguió.

—¿A que te refieres? —me aleje.

—Tienes una hija que probablemente sea una pesadilla para todos nosotros.