Rania Aposteleanu
Sentada en la mesa con la cabeza baja debatiendo si ir o no en busca de Efelios. Podía escuchar como Izan le proponía a Vanessa ser su novia, no sé por qué lo hizo si se lleva pésimo con ella, a veces no entiendo por qué se enfrenta a mi padre si al final termina haciendo lo que él quiere.
–Rania –dijo Emmett.
Eleve mi mirada, él venia justo hacia mí.
–Yo quería pedirte ser mi novia y futura prometida –dijo nervioso.
Su petición me sorprendió, mi cerebro se puso en blanco y solo se me vino a la mente Efelios.
No puedo esto –pensé.
–Y-yo, discúlpame Emmett –dije levantándome de la silla.
Salí corriendo y logre escuchar como mi padre ordenaba a los guardias ir a por mí, corrí hacia los establos, al llegar busque a Lizie y me subí en ella.
–Vamos Lizie –dije dándole una pequeña palmada
Cabalgue tan rápido hasta que llegamos a la entrada del palacio.
–Abran –grite a los guardias, ellos se miraron entre si y abrieron.
Me adentre en la pequeña arboleda y hasta salir al pueblo, la gente del pueblo me miraba extraño, entonces me di cuenta que no traía mi capa, pase entre medio y esta se quitaba a mi paso, me dirigí hacia casa de Efelios, necesitaba verlo, mi cuerpo lo necesitaba, ¿Qué hago si lo encuentro? ¿Y si me hace algo?
Al llegar todo estaba oscuro, me baje del caballo y lo vi, venia saliendo del bosque, su ropa llena de sangre como el otro día, giro su vista hasta verme, lucia sorprendido.
–Rania –hablo.
Corrí hacia él y estampe mis labios en los suyos, el me tomo de la cintura, pegándome a su cuerpo.
–Sabes a sangre –dije despegando mis labios.
–Perdón –murmuro.
Con su mano toco mi mejilla –mi corazón latía rápido–, lo mire a los ojos, nunca hubiera pensado que estuviera aquí con él.
–Te extrañe.
–Yo también te extrañe.
El me dio una sonrisa.
–Vamos a dentro que está haciendo frio –me tomo de la mano.
Entramos a la casa y me senté en un sillón, el caminó hacia la chimenea y la prendió para entrar en calor.
–Ya vengo, voy a darme una ducha y a cambiarme –dijo quitándose la camisa.
–Espera –dije poniéndome de pie–, vamos –lo tome de la mano y entramos a la habitación.
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APOSTELEANU I: Tres Mundos
Fantasy1840 en Rumania, Brașov. El Príncipe se enamoró de un ser de luz, la Princesa se enamoró de un ser oscuro, pero pronto su amor se verá afectado por las decisiones de su padre, alguno podrá dejar su felicidad por el futuro del reino... "El amor se f...