APOSTELEANU I: Tres Mundos

⚜️ Capítulo XLV: Ultima noche ⚜️

Rania Aposteleanu

–Y dime Rania –dijo Vanessa–, ¿Cómo esta Izan?

–Bien –respondí.

Caminábamos por el jardín, aun no estaba segura que pretendía Vanessa al dar este pequeño recorrido.

–¿Cómo van los preparativos para la boda? –pregunte rompiendo el incómodo silencio.

–Bien, aún faltan cosas por hacer.

–Entiendo.

–Espera a que sean los preparativos para tu boda y la de mi hermanito.

–Para eso falta muchísimo –dije riendo.

–Puede ser, él realmente se ve muy enamorado.

Estaba a punto de reír, pero no podía poner en peligro nuestro secreto.

–¿Para que querías hablar conmigo? –evite lo que me dijo.

–Es sobre Izan.

–Izan –repetí–, sabes a veces quisiera entender su relación, si es que tienen una, lo único que tengo entendido es que Izan no quiere casarse Vanessa.

Ella no decía nada.

–Tú pudiste haber detenido todo esto –sostuve mi mirada sobre ella.

–Yo sigo ordenes Rania, yo...

–Sí, sí. –realmente me estaba molestando–, sé que lo disfrutas Vanessa.

Me aleje de ella.

Camine hasta llegar a los establos, Emmett estaba acariciando a un caballo.

–Rania –dijo–, mira te presento a Monie.

–Monie –dije riendo.

–De que te ríes, ¿esta feo el nombre? –preguntó.

–No, no, es solo que me parece adorable para un caballo.

–Al menos no lo nombre Lizie –aparto su mirada.

–Como te atreves –lo empuje.

–Me dolió –dijo con sarcasmo–, no puedes andar empujando a la gente, puedes matarla.

–No seas ridículo –dije tomándolo de la mano–, vamos, acompáñame a buscar comida.

Caminamos a la entrada trasera que da hacia la cocina, Anya preparaba unos bocadillos para el té.

–Anya tengo muchísima hambre –dije entrando.

–Rania pero no comas mucho que luego andas con dolor de estómago y vomitando –dijo Anya con una mirada retadora.

–¿Anya por casualidad has visto a mi hermana? –pregunto Emmett.

–Sí, creo que está en el estudio con el rey Runar.

–Gracias, iré a buscarla –comento–, luego paso a despedirme –me dio un beso en la cabeza y se despidió de Anya.

–Está bien –respondí.

–Es muy agradable –menciono Anya.

–Si –dije con una sonrisa honesta.

⚜️

Las invitaciones para la boda ya habían sido entregadas, ya casi faltaba una semana y todo el reino estaría celebrando la unión del príncipe y la duquesa de Hungría.

A pesar no haberme involucrado tanto en toda esta farsa, podía sentir el estrés que había en el aire. Todos los preparativos ya estaban listos, el palacio ya estaba decorado una semana antes para el gran día.

Izan aun no salía de su habitación y a mi padre ya se le estaba acabando la paciencia ante la actitud "infantil" de mi hermano –así llamo al comportamiento de Izan–.

–Hermosa –dijo Efelios tocando mi hombro.

–¿Si?

–¿En qué piensas?

–En nada, no te preocupes –mentí.

–Ven –se puso de pie–, vamos a bailar.

–¿Bailar? –dije riendo.

El extendió su mano, yo la tome y me llevo hacia el balcón. Agarro mi cintura y tarareó una melodía a mi oído.

–Sabes que eres lo más hermoso que tengo –susurro–, Te amo tanto Rania Aposteleanu.

–Yo también te amo Efelios –recosté mi cara en su pecho.

Me sentía segura en sus brazos, su olor, su respiración, su corazón latiendo, cada parte de él me hacía sentir que nada podía destruirme.

⚜️

Sentía escalofríos al sentir que sus besos recorrían todo mi cuerpo, sus labios suaves tocaban mi piel, sus manos acariciando cada parte de mí.

Nuestros cuerpos unidos en uno solo y los corazones conectados.

Efelios podía hacer que cada parte de mi cuerpo se sintiera vivo y deseado. Él tenía el control sobre mí y yo deje que eso sucediera, aun sabiendo que todo esto me terminara matando.