⚜️ Extra: Nueva reina ⚜️

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Rania Aposteleanu

Todavía no había oscurecido, aun se podía ver el sol ocultándose para darle entrada a la oscura noche iluminada por la luna y las estrellas. Yo estaba sentada en una silla junto a su mesita de dibujo donde aún seguían sus pinceles.

Mañana es un día importante para el reino. Hace unos meses falleció mi padre el rey y como única sucesora es mi deber hacerme cargo de todo. A pesar de no haberme preparado toda mi vida al igual que Izan, haría todo lo posible para ser una gran reina.

—Su alteza —dijo un guardia entrando a la habitación—, la cena está lista.

—Gracias, avisa que ya bajo, puedes retirarte —respondí

—Como usted diga.

Al bajar estaba la familia, mi madre al lado del lugar donde mi padre se sentaba y Emmett enfrente.

—Rania siéntate aquí —mi madre señalo el antiguo lugar de mi padre.

Camine hacia el lugar, me senté, Emmett me dio una sonrisa, los sirvientes empezaron a servir la comida.

—¿Donde esta Briguitte? —pregunte a una de las sirvientas.

—Esta con la señorita Anya en la habitación de la princesa Arcane.

—No te preocupes cariño, hace poco le dieron de comer —dijo Emmett—. Seguramente está jugando.

Asentí.

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—Hoy es un gran día su alteza —susurro Emmett a mi oído.

Me di la vuelta y con mis manos toque su rostro.

—Siento que no estoy preparada.

—Rania ya hemos hablado de esto, sabes que tienes mi apoyo y sé qué harás un buen trabajo.

Sonreí, me acerque poco y lo bese, el me tomo de la cintura, me subí encima de él, beso mi cuello y poco a poco bajo los tirantes de mi vestido.

Hacía varios años que decidí entregarme por completo a Emmett, sabía que él me amaba y que siempre estaría para mí.

—Su alteza —tocaron la puerta.

—¿Si? —dije mientras sentía como las manos de Emmett recorrían mi cuerpo.

—Ya casi es momento de prepararla para la ceremonia.

—Carajos —dijo alejándose.

—Lo siento —murmure—, problemas de futura reina.

El solo se rio.

—Me alistare en la otra habitación —dijo.

Se puso de pie, me dio un beso y salió de la habitación, de inmediato entraron algunos sirvientes con el desayuno y mis cosas de baño.

APOSTELEANU I: Tres MundosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora