Emmett Lacobescu
Miércoles, 20 de Enero de 1841
Ya habían pasado casi tres meses, el vientre de Rania crecía poco a poco. Aunque sabía que ese bebé no era parte de mí, estaba decidido a protegerlo.
Camine hacia la habitación de Rania, abrí y como siempre me recibió Layla.
Me agache y la tome entre mis brazos.
-Rania -llame-, ¿estás aquí?
No hubo respuesta de su parte.
-Y no está aquí -dije.
Puse a la cachorra sobre la cama, busque entre las gavetas su capucha y salí de la habitación, baje las escaleras y camine hacia la cocina.
-Está con él, verdad -dijo Anya acercándose.
-Si -respondí-, iré por ella.
Apenas salí el frío pego en mi rostro, el cementerio privado estaba un poco cerca del palacio, así que me puse en marcha. Los copos de nieve caían, el viento estaba fuerte, parecía como si se aproximará una tormenta.
-Rania -dije corriendo-, está haciendo mucho frío.
Me acerque y la cubrí. Estaba sentada en el suelo, enfrente tenía la lápida.
-Solo le estaba contando del bebe -susurro.
-lo sé, pero ya es tarde.
Lágrimas caían por sus mejillas.
-Vamos -la tome de la cintura, hasta ponerla de pie.
Se acomodó su capucha y me tomo de la mano. Caminamos hacia el palacio.
⚜️
Podría decirse que llevaba casi un año en Rumania, no pensé que mi vida fuera a cambiar tanto y menos que me quedaría sin familia. Rania se había convertido en una de mis mayores debilidades.
Las cosas no iban bien en el palacio, aunque el Rey trataba de seguir como si nada hubiera pasado.
Y aquí estábamos sentados en la mesa, el Rey Runar en la cabeza, a su lado la reina, enfrente Rania y al lado estaba yo. Me había convertido en una especie de nuevo miembro de esta familia.
El ambiente en la cena era el mismo que desde hace un mes, todos callados, los sirvientes repartiendo la comida y Rania quien esperaba con ansias las horas de comida. Al terminar cada quien se iba a su habitación.
-¿Estas bien? -pregunte acercándome-, has estado callada todo este tiempo.
Rania había estado bien, aunque sabía que sólo trataba de no desplomarse. Hace tiempo que no había tocado el tema de Efelios, era como si él no hubiera existido.
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APOSTELEANU I: Tres Mundos
Fantasía1840 en Rumania, Brașov. El Príncipe se enamoró de un ser de luz, la Princesa se enamoró de un ser oscuro, pero pronto su amor se verá afectado por las decisiones de su padre, alguno podrá dejar su felicidad por el futuro del reino... "El amor se f...