MI PESADILLA. (Michael clifford)

me estare volviendo loca?

Me despierto y hago mi rutina; me ducho, desayuno, me cepillo los dientes, me visto y maquillo y me dispongo a ir al instituto.

Al llegar noto algo raro en el aparcamiento. La moto de Michael no esta. Y que mas te da Charlotte que le den a ese malnacido.

Entro en el centro escolar y todo el mundo me mira y se rie de mi. La verdad es que no paro de preguntarme cual puede ser la razon por la que rien.

Entro en clase y el aula esta repleta de imagenes imprimidas a papel; en estas imagenes se me muestra a mi llorando con la cabeza de bruce en la mano. Mis compañeros me señalan con el dedo y lanzan carcajades que entran en mis oidos del mismo modo que un puñal se claba en el corazon. Esque esta gente no tiene corazon?

Pasan las horas y decido que a la hora de comer en vez de quedarme en el instituto pondria alguna escusa y me iria a casa. Y asi lo hice.

Llegue a casa y encima de la mesa habia una nota de mi madre.

"Estare fuera de la ciudad una semana devido a una conferencia a la que tengo que asistir. Cuida de la casa. Puedes invitar a tu novio cuando quieras cariño. Te quiere, mama."

Genial.

No tenia nada que hacer asique me dispuse a ver la tele. A medida que pasaba la tarde mis ojos se iban cerrando hasta quedarme profundamente dormida.

Me desperte sobresaltada devido al sonido de una risa. Michael.

Le busque por toda la casa pero no estaba. Era imposible pues yo seguia oyendo su voz.

-Me estoy bolviendo loca.

-puede nena.

Me giro asustada. Donde esta? Porque oigo su voz? Estoy delirando....no puede ser.

Esa noche no pude volver a conciliar el sueño.

Pase mas de 17 noches con lo mismo, me despertaba escuchando el sonido de su voz. Pero no era real.

Falte al instituto durante esas 2 semanas, si salia a la calle veia su cara en cualquier escaparate.

Una de esas veces fui capaz de seguir a una persona durante todo el trayecto que esta hizo hasta darme cuenta de que en realidad no era Michael.

Estaba mas que claro que estaba perdiendo la cabeza pero... ya era hora de salir a la calle. Devia retomar las clases, no podia dejar que una psicosis me mantubiera encerrada en casa.

Mi madre me entendio y fue un gran apollo durante la ultima semana ya que el dia que volvio me pillo tirada en el sofa comiendome un helado.