Todo era oscuro y lo único venia a mi cabeza eran los recuerdos, recorde momentos de cuando era pequeña, recorde varios momentos de mi vida en francia, con mi padre y con mis amigos.
Recorde momentos vividos con mi madre, como aquella mudanza a Australia, aquella mudanza que de una forma u otra consiguió cambiar mi vida. Recorde la primera vez que vi a Emilly, toda vestida de negro, seria, siniestra. Pero aunque por fuera pareciera de aquella manera ella se acerco a mi y ahora que somos amigas me alegro de que lo hiciera.
Recuerdo como Laurent me alojo en su casa cuando mi madre había desaparecido, me ayudo a pasar por aquel pequeño bache y me mantenía lo suficientemente entretenida como para no pensar en aquel tema.
Recuerdo a Luke, con aquella seriedad y brutalidad con la que miraba a laa gente, sin embargo me lleve bien con el desde el primer momento.
Recorde a Ashton, tenía un pequeño problema con el: me atraía demasiado. Sabia que a Ashton yo tambien le atraía, si no, no me hubiera besado.
Recuerdo a Paul, la verdad es que no había hablado tanto con el como lo había echo con los demás, pero me había demostrado que siempre podía contar con el.
La pequeña Olivia tambien estaba presente en mis recuerdos, con esa carita de niña y con ese toque de chulería con el que conseguía ponernos a todos una sonrisa en la cara, la adoraba.
Calum... Calum y yo tuvimos aquel conflicto en la cabaña del bosque del lago, lo mejor era hacer borrón y cuenta nueva pero lo cierto es que aquel chico era muy extraño, nunca hablaba con los demás y aparecia en todas partes derrepete, sin siquiera haberle visto venir.
Mi primo josh, fallecido catastróficamente, culla muerte tuve que superar por medio de psicólogos y pastillas recetadas, sabia que yo no podía hacer nada aquel día de el accidente ya que yo quede en coma, pero no podía parar de culparme a mi misma día tras día.
Pero de toda esa gente que abarcaba mis recuerdos, había una persona que resaltaba entre ellos, Michael Clifford.
Recuerdo el día en que le conocí en aquella calle oscura y desierta de sidney, recordaba la inscripción de sus iniciales en su moto, las cuales al principio no lograba comprender y ahora no consigo que salga de mi mente.
Recuerdo nuestro primer beso que aunque no fue de la forma que a mi me hubiera gustado que fuera, fue perfectamente perfecto.
Recuerdo el día en el que me robo la virginidad, fue la mejor sensación que viví y ahora que lo pienso se que no hubiera querido que alguien que no fuera Michael la tomara.
Entre todos los recuerdos ninguno malo se colaba, las únicas cosas que podían entristecerme eran todas las filosofías que me había dicho, su teoría de que el amor no existia y aquella metáfora de la estación y los trenes. Sabia que el acantilado y la estación de trenes serían lugares inolvidables para mi.
Mis ojos se abrieron lentamente y un foco de luz me dio de frente, tenía la vista borrosa pero me tomo solo unos segundos enfocar la imagen.
Me encontraba frente a un techo completamente blanco baje la mirada a mi cuerpo y me encontraba en una especie de camilla rodeada de cables y máquinas, estaba en un hospital, pero no cualquier hospital, me encontraba en el mismo hospital de Francia y en la misma habitación en la que me había despertado del coma.
Mire a mi alrededor y en la mesilla había un jarrón de flores precioso que supongo que algún visitante dejó ahí, la misma ventana por la que se veian los árboles de un jardín, y en el sofá que se encontraba bajo la ventana, mi padre, dormido.
-Papa-Mi voz no sino nada clara como yo quería, Parecía que había estado varios días inconsciente pues mi voz parecía no haber salido de mi boca por algún tiempo.
Me aclare la garganta y volví a llamarlo y esta vez conseguí que despertara, me miro con los ojos abiertos y vino hacia mi.
-Papa, que a pasado?-Pregunte completamente desorientada.
-Te refieres a que a pasado aqui, en francia?-Me agarro de la mano.
-Que hago en francia?
-Oh ya veo, los enfermeros me advirtieron de que esto pasaría.-Me dijo mirando a nuestras manos entrelazadas.
-El que?
-Cariño todo lo que recuerdas tu ahora mismo no es nada.
Como que no es nada?
-A que te refieres?
-Te he estado observando y te has estado moviendo intranquila todo este tiempo así que le consulte a un medico.
-Y que dijo?-pregunte confundida y con ansia de saber que era lo que estaba pasando y que era aquello que según mi padre no era nada.
-Que mayor parte de lo que recuerdas es parte de una pesadilla que has vivido mientras estabas en coma cariño.
-Entonces yo nunca eh estado en Sidney?-Susurre sin poder creer lo que mi padre había dicho.
-Me da que no cariño.
-Pero... Michael.-Susurre aquel nombre lo mas bajo que pude con la intención de que mi padre no lo escuchara.
-No te preocupes ire a hablar con el doctor y le explicare tu situacion.
-Vale.-Susurre. No podía creermelo, no era posible.
-Michael, Emilly, Lau, Calum, chicos.-Deje que las lágrimas cayeran por mis mejillas y mi ansiedad creciera, parecía una loca en ese momento pero sinceramente poco me importaba, todo aquello que había vivido, mi amor por aquel chico, mi amistad con esa gente, el secuestro, el verano en el lago, todo, una simple pesadilla.
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ESTA HISTORIA NO ESTA TERMINADA TIENE SEGUNDA TEMPORADA LA CUAL PODREIS ENCONTRAR EN MI PERFIL Con EL TITULO DE:
*PESADILLAS REALES.
GRACIAS A TODOS POR LEER, UN BESO
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MI PESADILLA. (Michael clifford)
Подростковая литератураLa mafia es mala. Las mentiras son malas. El amor en una mafia es malo. Un mundo falso es malo. Michael Clifford es malo. El amor hacia Michael Clifford es la ruina.